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Ideas sueltas acerca de la felicidad para revisar, recordar y compartir
Elige un buen momento de tu vida para entregar la razón y el control de todo.
Jueves, 12 de Julio de 2018

Hoy, luego de revisar y recordar estos conceptos acerca de la felicidad que han surgido en momentos de inspiración y reflexión, me queda compartirlas para tu también las revises, recuerdes y compartas.

- La fórmula de la felicidad que propongo desde la experiencia, es una simple pócima de ingredientes como la fe, la actitud, la alegría, la confianza, él positivismo y el importa-culismo. No te desgastes queriendo saber lo que las otras personas piensen de ti o buscando la aprobación ajena de tus decisiones, actos o pensamientos. Son tuyos. Eres tú el protagonista de tu propia obra de teatro que fue escrita desde la germinación de tu semilla.

- Elige un buen momento de tu vida para entregar la razón y el control de todo. Cuando no sientas la necesidad de ganar cada discusión comenzaras a sentirte más ligero. Puedes aprender a estar de acuerdo en no estar de acuerdo.

- La vida no tiene porqué ser justa; la vida simplemente es, y así es buena. Eres tú quien la hace justa. Recuerda que la existencia del libre albedrío nos convierte en cazadores o recolectores; en líderes positivos o negativos, en servidores u holgazanes. Es la elección de cada quien. Tú por tu parte, haz siempre lo mejor que puedas, aunque nunca será suficiente. Pero, haz siempre lo mejor que puedas de todos modos.

- Procura hacer cada día más lo que te gusta y menos lo que te toca.

Come helados, Toma chocolates de los mostradores de los supermercados, bebe una copa de vino antes de acostarte, asiste a fiestas, duerme hasta tarde un domingo, procura una siesta así sea de 20 minutos. Solo guarda el equilibrio; no te excedas.

- Siembra relaciones honestas siendo honesto. Al final serán ellos quienes te tiendan la mano cuando te tiemblen las piernas. En la generosidad de tu tiempo y amistad sincera, se siembran semillas fértiles de reciprocidad gestadas en la misma ley de la compensación.

- Nunca eres demasiado viejo, ni demasiado joven. Tan sólo atiende los tiempos a su debido tiempo. No precipites los procesos con ansiedad ni negocies tu esencia sacrificando la inocencia del niño interior que quiere viajar contigo. A los cincuenta, por ejemplo, me entusiasma llamarle la segunda juventud. Canta, ríe, llora, llora, disfruta; regálale a tu ser la experiencia diaria de encontrarse con ese niño que llevas adentro.

- Reflexiona y comprenderás que el origen de la discusión con esa persona que amas no fue tan grave. Y que sí lo fue, tú estás en capacidad de restarle importancia. Libérate de culpas y haz las paces con tu pasado para que no arruine tu presente. Perdónate, pide perdón y perdona. Te sentirás libre y descargado.

- Recuerda que naciste desnudo, débil y desprotegido; fuiste, eres y seguirás siendo un ángel de Dios, sólo que durante este periodo de existencia en ese cuerpo físico que te prestaron, eres un humano terrenal. Por tanto, no compares tu vida con la de otros. Ni tú, ni yo, ni ellos es mejor. Tan solo somos distintos y obedecemos a diferentes propósitos de vida.

- Las relaciones como tu vida misma deben ser honestas y transparentes. Ninguna trampa es para siempre y jamás saldrás victorioso de tu propio escondite. La infidelidad te conduce a ser tu propio verdugo. 

- El equipaje de viaje por este paseo terrenal debe ser cada vez más liviano. Esto incluye desprenderse de esa cantidad de pertenencias que ya nos brindaron momentos de felicidad o satisfacción cuando las conseguimos, pero que ya no son útiles; que pueden aferrarnos al pasado y que, además, son pasadas de moda.

- Ante tus sueños, persiste, insiste y no te resistas. La puerta puede parecer cerrada; solo si te acercas a ella y la mueves, te darás cuenta que estaba abierta. Cuando se trata de perseguir aquello que amas en la vida, y tu corazón te dicta continuar, no aceptes un “no” como respuesta. Pide siempre el don de la intuición y avanza hacia adelante con seguridad y confianza. Recuerda que tú eres la llave.

- Los baúles solo guardan viejeras. No hagas de tu armario un baúl de tesoros enterrados. Tu mejor camisa, el mantel fino, el vestido largo, la guayabera de lino bordada a mano, el sombrero traído de un viaje, la lencería costosa, las medias de colores, la minifalda atrevida, están esperando cada día que tú te acuerdes de ellas. Póntelas, úsalas, disfrútalas. No la guardes para una ocasión especial. Hoy es ese día especial.

- No te sientes a esperar que la felicidad llegue a tocar a tu puerta vestida de persona compañera de vida, de hijo exitoso, de trabajo bien remunerado o de viaje soñado. Nadie es responsable de tu felicidad, sólo tú.

Todo pasa; el dinero pasa, el poder pasa, las emociones pasan, el enamoramiento pasa, los problemas pasan. Queda la gratitud de alguien que serviste cuando tenías dinero. Queda el cariño de quién ayudaste cuando tuviste poder. Queda el recuerdo de la persona con la que compartiste tus emociones. Queda el amor que se sembró firmemente con los momentos cuando estuviste enamorado; queda la enseñanza que te dio resolver el problema que también pasó. Todo pasa... Deja que pase. Construye y edifica una conciencia en paz.

- Que se caiga el dólar, el precio del petróleo o la economía del mundo. Pero que no se caigan las ganas de amar y ser amado, y, sobre todo, de expresar y sentir la piel. El apetito sexual no debe irse con el pelo que se cae. El órgano sexual más importante y activo es el cerebro; que, de acuerdo al deseo y la actitud, promueve las secreciones de endorfinas, hormonas y hasta las feromonas.

- Experimenta el egoísmo sano para regalarte espacios, viajes y experiencias sin pensar que estas malgastando el fruto de tu trabajo y esfuerzo. Si tus responsabilidades están cumplidas y tus hijos cada vez dependen menos de ti, dales ejemplo saliendo a volar en pareja. Nada más inspirador que una pareja de adultos arrugados tomados de la mano, disfrutando del mar enamorados, contemplando la caída del sol en silencio y saludándose de beso al amanecer antes de salir a caminar descalzos sobre la misma playa.

- Nada que te hayan hecho puede ser más importante que tu verdadero propósito de vida. Nadie más que tú eres responsable de perseguir tus sueños, atravesando terrenos difíciles, derribando obstáculos y superando adversidades.

Los demás solo están jugando su rol de antagonistas para que tu reconozcas tus capacidades, condiciones y fortalezas. No es la vida contra ti. No te lo tomes personal, no son ellos contra ti. Todos persiguen sus sueños a su manera y a veces nos atropellan en el desenfrenado maratón por llegar. Decláralos inocentes y perdónales sin distraerte; continúa enfocado en lo que verdaderamente vale, tu misión de vida.

Luego seguimos revisando, recordando y compartiendo

¡Hakuna Matata!

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