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Incentivos a las megainversiones
Lo cierto es que los ricos y los no tan ricos están sacando su dinero de Colombia porque quieren reducir su exposición al riesgo país.
Lunes, 26 de Noviembre de 2018

Leí recientemente en un diario nacional un artículo titulado “El mico: incomprensible el mico para los superricos en la reforma tributaria”. Un título muy sugestivo si se tiene en cuenta que en el Congreso por estos días no se habla más que de la llamada Ley de financiamiento. Lo leí porque quería escudriñar los detalles del supuesto “orangután”, pues el Gobierno había prometido que el núcleo de esta reforma, a diferencia de muchas otras anteriores, estaría inspirado en un componente técnico, que no político. 

La columnista dice que el tal “mico” se trata de un regalo para Ecopetrol, Drummond, Exxon Mobil y Cerrejón. He leído y tratado de entender la ley de financiamiento y me parece que la articulista hace un comentario superficial si se tiene en cuenta que el parágrafo segundo del artículo 58 del proyecto de ley, excluye expresamente de la posibilidad de aplicar a las inversiones petroleras, mineras y de infraestructura los beneficios previstos para las megainversiones.  

Yo me pregunto, ¿qué clase de compañía que no sea una minera, una petrolera, o una empresa involucrada en la construcción de grandes proyectos de infraestructura va a invertir 1,6 billones de pesos en Colombia? Es decir, empezando estamos hablando de una inversión de casi 500 millones de dólares. 

Ojalá que empresas que no sean mineras, petroleras o constructoras llegaran a Colombia con ese tipo de proyectos. Ya quisiera yo que se desarrollaran proyectos turísticos en la Guajira, por ejemplo, y que se pudiera convencer a empresas como Disney o Universal de hacer parques temáticos para América Latina en esas zonas. Qué gran beneficio le harían al país y a esas zonas en particular. No por la cantidad de trabajadores que ellos contraten, sino por la cantidad de oportunidades que se desarrollarían en la zona. Se dinamizaría una economía local que pide a gritos proyectos de esa magnitud.

Igualmente dice la articulista que “solo las familias más ricas del país pueden hacer inversiones por más de 1,6 billones de pesos”. Quiero ver si las familias más ricas del país van a hacer semejantes inversiones, sobre todo después de unas elecciones como las pasadas, en las que se generó la sensación que tarde o temprano, como ella misma dice, “un populista llegue y se atornille en el Palacio de Nariño”. 

Lo cierto es que los ricos y los no tan ricos están sacando su dinero de Colombia porque quieren reducir su exposición al riesgo país. De manera que los superricos, lejos de estar considerando invertir 1,6 billones, están mirando la manera de no tener tanto en el país.

Es un tema complejo, pero tenemos que perderle el miedo a los beneficios tributarios limitados en el tiempo. Obvio deben tenerse claras las condiciones en las que se otorgan estos beneficios y los objetivos que se buscan. Hay que promover la inversión en las zonas que más lo necesitan. Un incentivo como este de las megainversiones puede traer muchas oportunidades para Colombia y, sobretodo, para nosotros los colombianos.

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