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La Fiesta ha terminado
La XIII Fiesta del Libro no contó con el apoyo de nadie. Quiero decir que la Gobernación no dio un peso. La Alcaldía, tampoco.
Jueves, 14 de Septiembre de 2017

El sábado pasado finalizó la XIII Fiesta del Libro de Cúcuta y, aunque muchos se fueron satisfechos por la oferta cultural que se ofreció, hay razones de sobra para no estarlo.

La razón más poderosa es que algunos funcionarios de la ciudad, cuando hablan de la Fiesta del Libro, se les llena la boca diciendo que es el evento cultural más importante del departamento. Y eso es cierto.

Pero lo dicen de labios para afuera porque no lo apoyan. Este año en su XIII versión no contó con el apoyo de nadie. Quiero decir que la Gobernación no dio un peso. La Alcaldía, tampoco. A pesar de las promesas, de las fotos en la prensa, de las declaraciones a los medios y de las mentiras de las cuñas radiales, la Fiesta del Libro se hizo con las uñas.

Ni siquiera hubo dinero para imprimir la programación y todavía se le debe plata a un conductor.

-Este año todo estaba preparado para que fuera la mejor Fiesta del Libro de la última década.

Del Caribe, como región invitada, iban a venir los grupos de tamboras de Cartagena de Indias, bailarines de Barranquilla, poetas de la alta guajira que cantan en wayuunaiki, músicos de Valledupar, niños cantores de la escuela del Turco Gil. Todo eso se canceló porque tres días antes de la Fiesta del Libro llegó la noticia de que no había dinero para financiarla. La Fiesta del Libro cuesta alrededor de 200 millones de pesos y no sólo se tuvo que cancelar muchos de los programas que ya estaban agendados, sino que se tomó la decisión vergonzosa de mandarle una carta a todos los escritores y artistas invitados, diciéndoles que no había dinero para el evento y que, por lo tanto, si venían a Cúcuta no se les iba a cancelar honorarios.

De los cerca de 70 invitados, 20 cancelaron la visita a Cúcuta. Eso es apenas entendible: nadie trabaja gratis. Y los que vinieron, lo hicieron por solidaridad. Mateo Cardona, que es uno de los traductores más importantes de este país, envió una carta hermosa de solidaridad diciendo que venía para darles una lección a esos “sepultureros de la cultura”. Sin embargo, entre todos los invitados quedó el malestar hacia mandatarios que no entienden que en una ciudad que no tiene librerías, la Fiesta del Libro constituye la única opción que tiene Norte de Santander para salir del atraso cultural. Por estas tierras, y gracias a la Fiesta del Libro, han pasado escritores, libreros, editores, artistas, bibliófilos, bibliómanos, lectores, coleccionistas, poetas: gente que ve en el libro y en la lectura lo que Aldous Huxley llamaba “las puertas abiertas de la percepción”. O, el desorden de los sentidos, como diría Rimbaud. Las mejores plumas del país han pasado por esta ciudad: Antonio Caballero, Fernando Vallejo, Héctor 
Abad Facciolince, Gerardo Reyes, Juan Felipe Robledo, Pablo Arango, Joe Broderick, Mario Jursich, Evelio Rosero y doscientos más.

¿Cuánto invirtió la Alcaldía en la Feria de la Frontera? Cerca de 1.100 millones de pesos (mil cien millones de pesos) para promover el consumo de alcohol y el maltrato animal a través de las carrozas. La Fiesta del Libro costaba solo 200 millones y no hubo un centavo para apoyarla. La Alcaldía gastó cerca de 800 millones de pesos para pintar las cebras en 40 intersecciones del centro de la ciudad. Hubo sobrecostos de los que, por lo menos, hay 500 millones de pesos perdidos. Ayer La Opinión denunció que hay 3.523 millones de pesos embolatados en el negocio de los comparendos. 

Hasta junio de 2017 la Gobernación  había recaudado 2.690 millones de pesos solo en la estampilla Pro cultura, de un presupuesto de 5.512 millones de pesos. Ni el uno ni el otro: ni Alcaldía ni Gobernación, con toda la plata del mundo que manejan, se interesaron por la Fiesta del Libro de Cúcuta y es probable que ellos sean los responsables (los “sepultureros de la cultura”) de que este evento haya llegado a su fin. No habrá, en mi opinión, una Fiesta de Libro 2018 a juzgar por el desprecio mostrado este año hacia este tipo de manifestaciones culturales.

¡La Fiesta ha terminado! ¡Que comience el guayabo!

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