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La “matica” y el “contramonumento”

Yo creo en la reconciliación que vendrá con la Comisión de la Verdad. Con la operatividad de la JEP.

Esta semana, cerrando año, dos noticias relacionadas con la “reconciliación” se publicaron en diferentes medios: la “matica” que la senadora Griselda Lobo (Sandra Ramírez) del partido Farc le entregó a Álvaro Uribe, y el “contramonumento” realizado por la artista Doris Salcedo. Quisiera unirme a lo que proponen los medios y a lo que piensa parte de la opinión pública; quisiera interpretar estas dos noticias como un avance en materia de la reconciliación nacional que tanto necesitamos; quisiera, pero no lo logro…

En cuanto a la primera noticia: la de la “matica”. Si leyeron bien, el senador Álvaro Uribe, en principio, no quería recibir la planta que la senadora le estaba entregando; en sus palabras, le pidió que “que lo revelara de esos simbolismos”. Sin embargo, y dada la insistencia de Griselda Lobo, él la aceptó. Acto seguido, trinos en Twitter de parte y parte exaltando ese supuesto avance en materia de reconciliación. Les soy honesto: no le creo ni a la senadora ni al senador.

Por una parte, deberíamos estar recibiendo por parte del partido político de las Farc, más que ese tipo de muestras simbólicas, avances reales en materia de sus obligaciones frente a los Acuerdos de La Habana. Aportar informaciones pertinentes a la JEP (aunque se entiende que es un proceso largo y complejo, podrían existir avances más contundentes); y, una manifestación más clara y pública en perspectiva de los menores que hicieron parte de sus filas, por ejemplo. Porque claro: aunque se entiende que el gobierno es el que menos ha cumplido, y aunque se sepa que es el gobierno el que tiene mayores obligaciones frente al cumplimiento de los Acuerdos, como ciudadanía esperamos de parte y parte. 

Por otra parte, Uribe. Me referiré solo a un punto: los Acuerdos de La Habana. Como sabemos, el inmenso daño que el senador le hizo al proceso de paz es irreparable. Aún se mantienen vivas las mentiras que ese sector político creó y amplificó en la campaña del No y, aunque el mismo Consejo de Estado afirmó que había existido un “engaño generalizado” en esta misma campaña, nunca se rectificó nada. Todo lo contrario. Esas mismas mentiras han servido y siguen sirviendo como capital político para mantener su poder en Colombia.

La entrega de una planta podrá significar mucho para muchas personas. Sí. Estos gestos pueden contribuir a un ambiente de reconciliación. Sin embargo, cuando detrás de estos simbolismos no existen compromisos completos que le permitan a la ciudadanía creer en lo que no ha podido creer durante décadas, dichos simbolismos caen en el ridículo. Además… si ya el senador Uribe tiene el poder que tiene, ¿para qué darle más poder, reconociendo en él esa figura que decide el “cuándo” y el “cómo” nos reconciliamos? Yo habría preferido, en este cierre de año, un acto simbólico visible y contundente para las víctimas del país.


Y con esto llego a la otra noticia: el “contramonumento” realizado por la artista Doris Salcedo. Entiendo perfectamente que la memoria termina centralizándose: esto ha pasado desde Chile y Argentina, pasando por España y Alemania, hasta Ruanda. Entiendo que todo suma. Entiendo que ahí hubo entrega de armas y un concepto de transformación. ¿Sin embargo, esas simbologías tan frías, tan “elaboradas” a nivel artístico, tan bogotanas ellas, llegan a los territorios donde la guerra más ha impactado? No lo sé… Me queda una gran duda de que a las víctimas ese mensaje les hubiera reparado simbólicamente el daño...


Yo creo en la reconciliación que vendrá con la Comisión de la Verdad. Con la operatividad de la JEP. Con la posibilidad de poder criticarlo todo sin que con eso nos maten. Con las tantas verdades que no conocemos. Con la eliminación de las violencias estructurales y culturales que hacen que no salgamos del espiral de la violencia. Pero por el momento, la verdad, no creo en propuestas de reconciliación hechas por y para un restringido sector de la población que vive en Bogotá y que poco o nada se entera de lo que sucede en los territorios. En otras palabras, que los simbolismo vengan después. Después de haber hecho la tarea. Allí es cuando tienen impacto. 

Jueves, 13 de Diciembre de 2018
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