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La unión y la fuerza
Los héroes nuestros de la escuela General Santander de la Policía Nacional nos merecen todo nuestro respeto.
Sábado, 19 de Enero de 2019

Como renuevos cuyos aliños
un cierzo helado marchita en flor,
así cayeron los héroes niños
ante las balas del invasor”.

Esa estrofa pertenece al poeta mejicano Amado Nervo para recordar y hacer homenaje a los cadetes que hacia 1847 defendiendo el Castillo de Chapultepec en Ciudad de México, donde funcionaba el colegio militar, murieron a manos de las fuerzas invasoras. 

Ellos decidieron quedarse y voluntariamente prefirieron morir, acto que los convertiría en héroes porque lucharon hasta caer. 

Ese escueto relato asalta hoy los pensamientos y el recuerdo ante los hechos de este jueves en Bogotá cuando retornó el estruendo mortal del terrorismo. 

Los cadetes de la escuela de policía General Santander murieron en una explosión que no les dio la oportunidad de defenderse por la alevosía con que se ejecutó el atentado. 

En un instante se perdieron entre el ruido y el humo la vida, las ilusiones, los sueños de un puñado de muchachos que estaban allí para formarse y ser sustento de sus familias. 

Eran jóvenes, deportistas, de familia honrada; lo habían demostrado para conseguir su ingreso a la escuela. 

Hoy sus padres, hermanos y amigos los lloran y todos lo lamentamos. 

Los relatos del esfuerzo truncado y convertido en drama que se traslada a la familia de las víctimas es la fuerza que nos debe mover para hacer manifestaciones de rechazo en forma unida como un solo país, con la nobleza que se requiere para que todas las vertientes se agrupen con el mismo objetivo: la patria por encima de todo y contra los violentos que reaparecieron para llevarnos a épocas que pensábamos estaban ya y definitivamente en tiempo pretérito. 

La solidaridad que debe empezar con la clase política y dirigente, debe abarcar a todos, sin rencillas, sin culparnos mutuamente; como lo hacen otros países que nos han dado lecciones de cohesión cada vez que las fuerzas terroristas lo han herido.

Allá han estado todos como un solo hombre para luchar, protestar y dar señales de repudio. 

Los héroes nuestros de la escuela General Santander de la Policía Nacional nos merecen todo nuestro respeto y en honor a ese sentimiento estamos obligados a formar un puñado único de ciudadanos que no aceptamos la violencia y queremos como el don más preciado la paz verdadera para un  país que tanto ha llorado por los muertos producto de la violencia. 

jorgepabonl@yahoo.com

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