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La vida y la ley

La vida está por encima de cualquier consideración y porqué llegar a terminarla si se pueden prevenir los embarazos no deseados.

Uno de los temas de discusión sobre los cuales se ha ocupado el país esta semana ha sido el aborto, a propósito de la interrupción del embarazo en una mujer de 23 años, cuando la gestación estaba bien avanzada y alcanzado el término de tiempo en el cual un producto es viable fuera del útero materno. 

En este caso se alegó alteraciones de tipo psicológico de la madre, mientras que el padre que no convivía con su pareja hizo una campaña pública en contra del procedimiento y al parecer hubo intervención de los padres de la mujer embarazada ejerciendo presión para que tomara la decisión a favor del aborto. 

Hay tres aspectos a considerar cuando se trata de discutir sobre este asunto, el primero es el que tiene que ver con los derechos y libertades, en este caso hay una corriente feminista a favor alegando la libertad que debe tener la mujer para decidir sobre su cuerpo y en contra de ellos están quienes abogan por la defensa de la vida y la continuidad del desarrollo fetal hasta su nacimiento. 

El aspecto legal está bien definido en la ley colombiana que acepta tres causales para realizar un aborto sin señalar el tiempo de gestación. 

Actualmente se debate en las cortes un proyecto que autorizaría a las mujeres a abortar antes de la semana 12 sin que medien las causales ya conocidas. 

Los aspectos éticos y religiosos también intervienen en esta discusión. La religión cristiana no tolera la realización de este tipo de procedimientos porque atentan contra la  vida considerada como un don divino. 

Si nos atenemos exclusivamente a las razones legales, la presentación de un dictamen médico o por psicólogo que da testimonio de su condición mental alterada por estar embarazada, ningún recurso procede porque está en el marco legal. 

Las otras consideraciones quedan sin sustento. Y En este caso Profamilia procedió a practicar el aborto. 

Pero no era justo considerar que el feto ya había alcanzado un desarrollo suficiente para sobrevivir con algunos cuidados especiales, los  mismos que se le prodigan a los nacidos pretérmino con algunas funciones inmaduras. 

Cabría aquí la consideración de una operación cesárea a cambio de un aborto, alternativa que fue desechada por la madre y quienes mediante un procedimiento interrumpieron ese embarazo. 

Los abortos no están exentos de causar en quien se lo practica secuelas de tipo psicológico y que debería ser de mayor gravedad si damos por entendido que esta mujer ya padecía una alteración de este tipo. 

Por último, cuando se hacen los alegatos de quienes defienden esta práctica, no incluyen argumentos que propendan por la educación sexual oportuna, el uso de los métodos de anticoncepción que previenen efectivamente la fecundación y además ayudan a prevenir la trasmisión de las enfermedades sexuales en el caso de los preservativos. 

La vida está por encima de cualquier consideración y porqué llegar a terminarla si se pueden prevenir los embarazos no deseados.  

jorgepabonl@yahoo.com

Sábado, 15 de Febrero de 2020
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