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Liderazgos y coaliciones
Con antelación se sabe que esos partidos políticos por sí solos no conquistarán nada, menos la presidencia de la República.
Martes, 23 de Enero de 2018

Está claro que una vez extendida la partida de defunción al tradicional bipartidismo colombiano -partidos liberal y conservador-, el cual empezó a gestarse al expedirse la denominada Constitución de 1991, surge en el escenario político colombiano otra especie de bipartidismo, y se trata de partidos ideologizados: izquierda y derecha.

Con antelación se sabe que esos partidos políticos por sí solos no conquistarán nada, menos la presidencia de la República. Entonces, desde mediados del año pasado, ese panorama empezó a aclararse para políticos visionarios y en ambos bandos se vio la necesidad de armar coaliciones: coalición de izquierda y coalición de derecha.

En la primera, fue la senadora Claudia López Hernández quien madrugó a armar la coalición de izquierda, integrada junto con el también senador Jorge Enrique Robledo Castillo, del Polo Democrático Alternativo -PDA-, y se esperaban otros -como Piedad Esneda Córdoba Ruíz, Gustavo Francisco Petro Urrego y Clara López Obregón- que parece hicieron tolda aparte. En la coalición de Claudia López, llamada también coalición Colombia, se incluyó, y parece que inconsultamente, lo que se colige por sus declaraciones posteriores, al exgobernador y exalcalde antioqueño Sergio Fajardo Valderrama. 

Luego de esas declaraciones de Fajardo la senadora Claudia López, quien pretendía liderar la coalición porque le sobra talento y reconocimiento nacional, parece que tuvo que resignar su pretensión presidencial para atraer a su coalición al señor Fajardo, quien, sin que estén definidos oficialmente todos los candidatos, puntea en algunas encuestas.

Es importante tener cuidado con algunos aspirantes presidenciales a los que hay que analizar cuidadosamente porque, al mejor estilo de los socialistas del siglo XXI, llegan con el vestido de demócratas y una vez instalados se quitan la careta y viene el desastre.

La segunda es la coalición de derecha, que tiene su base principalmente en el llamado Centro Democrático -CD-, liderado por el expresidente Álvaro Uribe Vélez, y al que se le ha sumado el expresidente conservador Andrés Pastrana Arango, quien en 1990 fundó el hoy extinto movimiento Nueva Fuerza Democrática, el cual no pudo revivir recientemente ante el Consejo Nacional Electoral.

El problema en esta coalición es el expresidente Andrés Pastrana Arango, quien ha demostrado ser un buen coequipero, pero, por su condición de expresidente, quiere ser el portaestandarte de la alianza e imponer dentro de la misma a su candidata Marta Lucía Ramírez Blanco, sin tener –ni él ni ella- los votos ni el prestigio nacional del doctor Uribe Vélez. Desde luego que el expresidente Pastrana es una unidad valiosa dentro de esta confederación de derecha moderada y es de esperar que el sentido común presida sus actos.

No hay que olvidar al exprocurador Alejandro Ordóñez Maldonado, quien ha demostrado identificación plena con esta alianza y fue pieza determinante para que el No ganara en el llamado plebiscito del 2 de octubre de 2016. Debe ser tenido en cuenta.

En esta elección presidencial sólo hay dos propuestas, advierte Carlos Holmes Trujillo: la coalición de izquierda propone Socialismo del siglo XXI, y la de la derecha propone la vigencia de la democracia, la propiedad privada y la libre empresa.

 

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