Educación de primera es una educación integral que cubre la formación del individuo desde su primera infancia hasta su educación superior, que le brinda las herramientas para desenvolverse adecuadamente en su vida personal y profesional como actor productivo dentro de la sociedad.
Las prácticas educativas que caracterizan la educación de jóvenes y adultos en el departamento, evidencian claramente que es una oferta que carece de pertinencia y coherencia frente a los desafíos que el mundo de hoy le hace a la educación.
Los cambios que encarnan las nuevas concepciones y prácticas de vida reclaman nuevas formas de relación del hombre con el mundo y con el medio donde le toca interactuar. De ahí la necesidad de colocar a tono la educación del joven y del adulto con dichas demandas, ya que los procesos que la han caracterizado no responden a una formación que le permita ser competente para enfrentar los retos que la sociedad del conocimiento de hoy le exige.
Ofrecer una formación que se encuentre en sintonía con los requerimientos de un mundo globalizado y un mercado laboral cambiante, es la mayor convicción de que la educación es el principal instrumento para el desarrollo de los países, el crecimiento de las economías, el aumento de la productividad y la reducción de la desigualdad.
Acá algunas propuestas:
Establecimientos con el Proyecto Educativo Institucional (PEI) articulado con el Plan Educativo Municipal (PEM), Plan Sectorial de Educación Departamental y al Plan Educativo Nacional. Además, se debería entrar a revisar los PEI de los colegios públicos con el fin de evaluar la pertinencia de los programas.
En coherencia con las políticas del Ministerio de Educación Nacional (MEN) implementar acciones encaminadas a asegurar la articulación de todos los niveles del sistema. Eso implica la comprensión y apropiación de los estándares, la construcción de currículos pertinentes, la evaluación de resultados, el diseño e implementación de planes de mejoramiento, el referenciación para aprender de experiencias exitosas, el análisis y evaluación de la pertinencia de los programas desarrollados en los contextos institucionales.
Incrementar la retención y el acceso con calidad en la educación rural. La prestación del servicio educativo dirigida a la población rural debe brindar oportunidades que permitan superar los cambios económicos, especialmente en el sistema de producción, que la han venido afectando. Así mismo, es necesario que los procesos educativos brinden oportunidades que contribuyan al mejoramiento en la calidad de vida de sus pobladores, y a reducir los índices de migración a los establecimientos educativos urbanos. La población rural requiere de alternativas educativas pertinentes que tengan en cuenta características geográficas, sociales y culturales, con el fin de disminuir la brecha existente entre el campo y la ciudad.
Cofinanciar la construcción de nuevas sedes especializadas del SENA con la infraestructura tecnológica que le permita desarrollar programas de formación con pertinencia regional.
Garantizar la educación inclusiva a estudiantes con discapacidad y talentos excepcionales en todos los niveles educativos.
Formar e incentivar educadores y directivos docentes integrales con mentalidad innovadora. Se pretende que los educadores de Norte de Santander sean formados a través de métodos modernos que les permita conocer nuevas competencias educativas.
Implementar el ecosistema de innovación como proceso que potencia el mejoramiento de la calidad de la educación a través de la apropiación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en los establecimientos educativos. Las TIC han penetrado activamente nuestro diario vivir, generando nuevas y dinámicas formas de comunicación y de aprendizaje. Su uso, cada vez más extendido, está contribuyendo a la consolidación de la denominada sociedad de la información, como parte del esfuerzo por ofrecer otras posibilidades para la comprensión de aquello que se ha desatado con el uso de las TIC en el campo de la educación.
Ampliación y mejoramiento de la cobertura a través de la adecuación y/o construcción de nuevas instalaciones y el acceso a alimentación escolar en función de las necesidades de las diferentes comunidades.
Aseguramiento de la permanencia de los estudiantes dentro del sistema con el fin reducir los indicadores de deserción estudiantil y aumentar la población escolarizada de la ciudad través de las ayudas para alimentación complementaria y transporte.
