La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Columnistas
Los que se fueron
Ideales que trataron de llevarse a las decisiones que se tomaban. 
Sábado, 22 de Diciembre de 2018

ROSALBA TORRES DE SOTO, perteneció a esa generación que hacia los años 70 graduada de abogada del Externado de Colombia vino a Cúcuta donde se desempeñó en la rama judicial. Lo hizo, como los jóvenes juristas de esos días, con honradez, sabiduría y prudencia. Eran ideales que trataron de llevarse a las decisiones que se tomaban. Se quería cambiar el anacrónico sistema judicial. Posiblemente no se pudo. En todo caso quedo el esfuerzo y el deseo de acertar. Rosalba así lo entendía y fue caminando con estos ideales hasta que la muerte le sobrevino. El sentido homenaje que se rindió es testimonio de aprecio y admiración que ahora se reitera.

LIBIA CASTRO LOBO, el paso de los días permite recordar con cariño y amistad a la amiga de aquellos años jóvenes, alrededor de los anhelos que se tejían en la casa amiga de la familia Castillo Gil. Allá en la calle sexta número 3-33. La amistad con todo el cariño sello los recuerdos que permanecen en el tiempo en que le Libia fue sentimiento central para un amigo de siempre. 

GILLERMO LAMK VALENCIA, decidió marcharse dejando el modelo de una vida que vivió intensamente como profesional del derecho, como hombre de vida social, como padre y esposo,  como amigo, hecho raíces de donde brotan sentimientos sinceros  de estimación. Betty seguramente así lo entiende para comprender al esposo y al amigo.  

JOSÉ MOGOLLÓN, desde muy joven estuvo en las lides judiciales aprendido el manejo del litigio y del fallo. Graduado de abogado ejerció la judicatura con altura, preocupación y honradez, títulos que conservo siempre hasta que decidió marcharse.  Inesperadamente y sin que los suyos comprendieran lo incomprensible de la existencia que de pronto decide irse.

HERNAN ‘CUCA’  ACEROS. Hacia los años sesenta apareció en el futbol colombiano un muchacho aparentemente endeble venido de Bucaramanga. En esa conformación física se vivía un futbolista exquisito  en el manejo de la pelota y sutil en el regateo de ella. Daba gusto verlo jugar  así como se sentía el placer con la grandeza de Jairo Arboleda y Mario Agudelo, dos más de esos talentos que llevaban muchos aficionados a los estadios. Buen viaje ‘Cuquita’ como le decía Darío Cardozo. 

ENRIQUE GÓMEZ, fue un muchacho de los sesenta, amigos de la vida y de la parranda sin exceder los límites permitidos. Los años lo fueron madurando. Hablaba con propiedad de la existencia. Formo un hogar y en él era una totalidad de sueños. 

RAMÓN SEPÚLVEDA, buen amigo, buen ciudadano. Enfrentaba la existencia a su manera. Recordando la casa de donde venía y  la entereza de carácter de lo suyo. Un día entre los días hablamos de su buena existencia, de sus cargos, de sus cosas. Se veía a plenitud hasta que la sorpresa trajo la noticia de su muerte. Paz a Ramón y los suyos. 

Para los cucuteños que se fueron el grato recuerdo y el desconsuelo de la ausencia. 

Temas del Día