Tal parece que hoy o mañana llega el canciller Holmes Trujillo García Jr. Su padre Trujillo Miranda, un liberal progresista del Valle, pasó a la historia por su capacidad oratoria y su sensibilidad social por los de abajo. Hombre pragmático en su campaña por la Revitalización Liberal de 1966 dijo: “La paz que es solo un armisticio: no sirve”. Todos imaginamos que de tal palo tal astilla.
Llega a Cúcuta en el cenit de nuestra crisis, que todo encandila. Lo moral, lo económico, lo social, lo íntimo. Sí. Como dice el verbo, encandilados suscitamos ilusiones o deseos con fundamento en Holmes Jr.
Estamos tan “atulampados” que, un dirigente local pidió el cierre de la frontera y otro más “atulampado” reviró: no, al contrario que la abran. Ambos se referían a nuestros vecinos venezolanos que buscando la libertad y el pan nos invaden la ciudad, las veredas, caminan nuestras carreteras, los caminos, abren trochas, se plantan, se quedan, prosiguen hacia el sur o a Centroamérica: Son los refugiados venezolanos.
Hoy, con globalización mediática, sabemos que el mundo se convulsiona con los refugiados y rompen los viejos parámetros con que los miró la lupa del Derecho Internacional Público en 1951.
Por ello, el único reproche que le podemos hacer al dirigente local que tiene curul en el Congreso y que pidió con torpeza el cierre de la frontera, es que se actualice, que lea la prensa diariamente, que visite todos los portales de la red, que sea adicto a los noticieros radiales y de televisión, o está condenado a ser un joven dinosaurio.
Holmes Jr. viene a ayudarnos y para ello debe comprender que los refugiados del nuevo milenio, de Siria, de Palestina, del Sudán, de Turquía, de Nicaragua y Venezuela no entienden el anacronismo del cierre y la apertura de fronteras ni las visas ni los pasaportes, porque son eso: refugiados.
No entienden el anacrónico Estatuto de Refugiados adoptado en Ginebra en 1951 del cual Colombia hace parte. Pues han pasado 68 años. El mundo cambió, el mundo se globalizó y a los refugiados, los dictadores del mundo les impusieron otros verbos: caminar, caminar y caminar haciendo camino al andar. Y en el mar caribe otro dictador les impuso el verbo “balsear” y sus inflexiones verbales se propalaron por los siete mares. Y los refugiados; balsean, balsean y balsean, porque Machado ya les había advertido; “se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar, caminante no hay camino sino estelas en la mar”.
Por eso ni las poderosas Alemania y Francia han podido detener refugiados con cierre de fronteras ni con represalias racistas, y entran como el agua por toda rendija, por caminos y trochas de la campiña, por las supercarreteras, por el mar, como sea. Los refugiados “balsean”, aunque Italia “farola”, haga el ridículo, apostando submarinos y destroyers en Sicilia y Lampedusa para hundir balsas haciendo agua, o botes de poliuretano y hasta neumáticos remendados.
Holmes Jr., seguramente actualizará para Colombia el anacrónico Decreto 1067 de 2015 que impuso tantos requisitos , que ni un hombre de clase media, con recursos limitados escasamente puede cumplir, más no un refugiado casi indigente.
Es que los dictadores para mantener presa y callada la población ni otorga pasaportes a los refugiados ni los países pobres e insolidarios otorgan visas a los refugiados. Es cuestión de globalizarnos. Y estén tranquilos nuestros congresistas. Holmes Jr. y Duque ya están al frente.
Adenda: Les debo el comentario del acta de 67 páginas que contiene el debate de la EIS, que el promotor no preparó y lo atragantaron con un sartal de informaciones falsas.
