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Magnífico decreto

Principalmente por él se autoriza la incautación de estupefacientes hasta en la dosis mínima portada en espacio público. 

El presidente Donald Trump se quejó, al principio de su gobierno, de cómo miles de jóvenes mueren por el consumo de sustancias estupefacientes. “Estamos perdiendo varias generaciones”, decía. 

Las tristes estadísticas en ese país se reflejan en este comentario de prensa: “Más muertes por drogas que por accidentes y homicidios en 2015: Una comisión creada por Trump para estudiar la adicción a las drogas informó que 142 estadounidenses murieron diariamente por sobredosis de drogas en 2015, más que el total de muertos en accidentes automovilísticos y homicidios con armas combinados. // Dos tercios de las muertes por sobredosis de drogas en ese año estaban relacionadas con Percocet, OxyContin, heroína y fentanilo, dijo la comisión.// Las 142 muertes a diario dan un total de 2982 cada tres semanas; es decir, el número es mayor al de los fallecidos en los ataques terroristas del 11 de septiembre, pues ese día 2606 personas murieron en las Torres Gemelas y 125 en el Pentágono, lo que da un total de 2731.// 60 mil muertes en 2016: La sobredosis de cocaína fue una de las causantes de la muerte de 60 mil personas en Estados Unidos en 2016, que representó un aumento del 19% con respecto al año anterior, según estimaciones del diario The New York Times”.

En Colombia, como siempre, no contamos con cifras tan exactas. Pero con nuestros propios ojos vemos a diario cómo se desintegran, como maderas podridas, en esquinas, parques, puentes, matorrales y basureros de pueblos y ciudades, adolescentes y jóvenes, y personas mayores atrapadas desde temprano en las redes de una muerte lenta y miserable. 

Es inhumano y malvado el colombiano que  no sienta dolor y compasión por esos pobres seres sucios y malolientes, de rostros tan desfigurados algunos que inspiran terror, ya irracionales y dementes pues las drogas malditas les destruyeron el cerebro. 

Por ello, es merecedor de un juicio el anterior presidente Juan Manuel Santos que permitió el auge de los cultivos de coca y marihuana hasta un tope inconcebible, y a la vez digno de reconocimiento nuestro actual mandatario Iván Duque que comprendió el corolario trágico de tal crecimiento. 

De ahí que este lunes 1° de octubre de 2018 sea histórico para Colombia al emitirse un decreto presidencial en favor de la salud y la vida de la niñez y la juventud colombianas. El decreto salvador lleva el número 1844. Principalmente por él se autoriza la incautación de estupefacientes hasta en la dosis mínima portada en espacio público. 

El jueves 27 de septiembre se anunció la inminente salida del decreto. En respuesta, en las horas de la mañana un grupo de cincuenta personas adictas se congregó frente al Planetario Distrital de Bogotá para protestar mediante lo que llamaron una “fumatón”. Llevaron su porción de hierba y polvos para aspirar, inundaron del venenoso humo el entorno y pintaron grafitis en reclamo de su derecho a destruir sus vidas. Hubo oradores de partidos de izquierda en su apoyo. En otro escenario, el expresidente Cesar Gaviria cuestionó el decreto; reclamó que valía más la seguridad pública. ¡Increíble!

Sin duda que con este decreto el nuevo gobernante logra el más alto puntaje de prestigio hasta el momento. 

Ahora resta esperar los frutos de su aplicación. Naturalmente tendrá que repercutir en los campos plantados de marihuana, coca y amapola.  

orlandoclavijotorrado@yahoo.es

Jueves, 25 de Octubre de 2018
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