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Columnistas
Mantenimiento vial en la ciudad
Se ha convertido en una tortura china transitar en estos momentos por las calles de Cúcuta. 
Jueves, 3 de Octubre de 2019

Se vienen realizando en Cúcuta, a todo vapor y en el último año de gobierno del alcalde, una serie de obras de mantenimiento y remodelación vial que indudablemente mejorarán la movilidad y la presentación de la ciudad. 

Esta inversión necesaria que se viene adelantando en las vías de nuestra capital (centro y periferia), la ha asumido el mandatario local con mucha responsabilidad, dando cumplimiento a uno de los puntos de su programa de gobierno incluido en el plan de desarrollo municipal. 

Los cucuteños clamamos por el arreglo de la malla vial del municipio; y al momento de evaluar los resultados de la gestión de los alcaldes salientes, ese es un ítem que se tiene muy en cuenta para calificarlos.

Pero la falta de planeación de la Secretaría de Tránsito con el (los) contratista(s) para mitigar el impacto (léase CAOS) en la movilidad causada al momento de adelantar los trabajos en los diferentes puntos de la ciudad (en algunos muy repetitivos como ha ocurrido en la Avenida 0), ensombrecen el esfuerzo del alcalde y el compromiso financiero que esas obras implican para el erario municipal, que al final somos todos sus contribuyentes. 

Tampoco ha habido coordinación con la empresa de acueducto cuando ella rompe las calles para trabajar en los arreglos y en la reposición de la tubería (trabajos que han sido muy repetitivos y muy largos en determinadas vías como sucedió con la Av. 0).

No hay oportuna información sobre los cierres de las calles de modo que los conductores puedan seleccionar las vías alternas para llegar a su destino en el menor tiempo posible. 

No aparecen los policías de tránsito en los puntos críticos que se encuentran en reparación y se forman inmensos trancones, donde solo impera la ley del más fuerte o del más arriesgado para, a la fuerza, tomarse el paso. 

Es la verdad, se ha convertido en una tortura china transitar en estos momentos por las calles de Cúcuta. Cincuenta minutos duró mi experiencia en el centro, avenida 5, para avanzar tres cuadras solamente. 

Así las cosas, la alegría que debían traernos las obras que se vienen realizando en las calles de la ciudad se  está convirtiendo en tragedia por cuenta de la inaceptable improvisación en la ejecución de ellas. 

Ojalá el alcalde Rojas le dé instrucciones expresas y precisas a la Secretaría de Tránsito para que tome las acciones pertinentes y de esta forma el trabajo adelantado por su despacho pueda ser apreciado. 

Si la falta de planeación se corrige y con ella desaparecen los trancones, podremos entonces decirle al alcalde: ¡felicitaciones!

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