El señor ministro de Salud, recientemente ha manifestado para sorpresa de los colombianos, que se hace necesario crear nuevos impuestos para fortalecer el campo de la salud, debido a que la crisis de este sector es cada día más grave por falta de los recursos necesarios para su funcionamiento.
Consideramos que la mayoría de los colombianos estaríamos de acuerdo con la propuesta del señor ministro si esta de verdad condujera a mejorar el sistema para los enfermos necesitados de medicamentos y de debida atención.
Pero para nadie es un secreto que el sector que más ha soportado los efectos de la corrupción es precisamente el sector salud, ejemplos tenemos a montones, que decir de Salucoop donde los recursos se utilizaron para construir campos de golf y de tennis, qué decir de la Caja de las Fuerzas Militares donde recientemente se descubrió un desfalco gigantesco, qué decir de la mayoría de los hospitales que son coto particular de los políticos de turno, y así, podremos seguir dando ejemplos de lo que ha sido en los últimos años la salud en el país y que hoy por hoy, está colapsando, pero no por falta de recursos, si no por falta de administración y transparencia.
La plata que generen los nuevos impuestos que propone el ejecutivo del orden nacional no hará otra cosa que alimentar el barril sin fondo de la burocracia, el despilfarro y la corrupción.
Estamos seguros que los recursos son suficientes si son administrados correctamente, con honradez y con eficiencia y que no se hará necesario gravar más a las clases necesitadas como lo sería el castigo que sufrirían por el impuesto a las gaseosas, muchos obreros almuerzan con pan y colombiana y serían ellos los mayormente gravados con el nuevo tributo.
El mismo ministro en una entrevista radial, le contó a los oyentes, como para sorpresa de muchos, existen hospitales y entidades de salud donde la plata alcanza y se encuentran al día con todas las obligaciones sin recortar servicios, si no, por el contrario creciendo y ofreciendo medicina de calidad y ampliando la cobertura.
Entonces, señor ministro, el problema no es de recursos, es de otra índole, y no hay que buscar el muerto aguas arriba si no aguas abajo. El caso de nuestro hospital Erasmo Meoz, es palpable, con administración transparente y seriedad ha venido sorteando con éxito las dificultades que atravesaba.
No más impuestos, señor ministro; más administración, más gestión y en especial transparencia.
Mis más sinceras disculpas a mis lectores por el error cometido en la columna anterior donde manifesté que Toronto era la capital de Canadá, cuando desde primaria sabemos que lo es Otawa, además, la historia sobre le elección de esa ciudad como capital de la nación, es una muy interesante historia de geopolítica. De nuevo mis excusas.
