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Columnistas
Memorias del expresidente
Lo que pudo ser un libro de Memorias con textos ceñidos a la verdad terminó siendo una decepción.
Lunes, 8 de Abril de 2019

Ya amainó un poco el vendaval de observaciones al expresidente Juan Manuel Santos por la publicación de su libro La batalla por la paz. Realmente lo que pudo ser un libro de Memorias con textos ceñidos a la verdad terminó siendo una decepción, porque al expresidente se le demostró desde distintos frentes muchos pecados: mentiras, mentiritas, ostentación de poder y amistades, falsa modestia y no faltó quien lo acusara que sus antiguos artículos periodísticos y el libro de marras fueron escritos por otra persona. Adicionalmente, se advierte con facilidad un descuido imperdonable en la corrección de estilo.

En un periódico costeño un columnista bogotano dice que para saber qué dice el libro le bastó leer algunos capítulos que aparecieron en la prensa bogotana y una entrevista que el expresidente concedió al diario El País, de España, porque no iba a “botar mi dinero a la basura”. Desde el portal las2orillas otro columnista manifiesta que “La bulla del lanzamiento y las reacciones rabiosas de los uribistas me empujaron a comprar las memorias de Juan Manuel Santos: La batalla por la paz”, para manifestar luego su desencanto con observaciones muy precisa y juiciosas: “Un libro sin revelaciones, (…), que no le sirve a Juan Manuel Santos para catapultarse en el sitio histórico que, según él, se merece”. 

Es verdad de a puño que el hecho de ser expresidente le tiene un lugar señalado en la historia al expresidente Santos; haber iniciado el proceso de paz, bien o mal, le agrega otro mérito en el pedestal, pero publicar unas Memorias, porque son sus Memorias presidenciales, pensando que los colombianos somos ingenuos y no seguimos milimétricamente sus ocho años de gobierno, “da ira”, como dicen en la Región Caribe colombiana. 

Otros expresidentes colombiano publicaron sus memorias, como Ernesto Samper Pizano en “Aquí estoy y aquí me quedo”; Álvaro Uribe Vélez, con “No hay causa perdida”, y Andrés Pastrana Arango, con “La palabra bajo fuego”. Fueron Memorias escritas o firmadas por los expresidentes, lo cual deben tener algo de parcialidad, lo que es fácilmente comprensible, pero no recuerdo que los lectores hayan tachado a sus autores de mentirosos, no obstante el marcado dejo político. A estas alturas del partido recomiendo el libro de Humberto de la Calle, expresidente y jefe negociador en La Habana, “Revelaciones al final de una guerra”, donde al principio el autor advierte que “esta es una narración absolutamente veraz”. Y cumplió. 

De manera que del premio Nobel de la Paz y las recientes Memorias del expresidente Juan Manuel Santos los colombianos sabemos intimidades, pero son tanto el Nobel como las Memorias para consumo en el exterior, donde le celebran todo.   

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