En esta lejana tierra europea, en Basilea (Suiza), donde me encuentro, viene a mi mente Cúcuta, la ciudad que, en medio de su desorden, injusticia social, pobreza, crisis migratoria, sistemas de salud quebrados y corrupción, la sigo amando. Con este sentimiento deseo para nuestra gente un mejor año y un resplandeciente futuro pleno de esperanza.
Confío que la nueva autoridad municipal junto con su equipo de trabajo y los concejales, al igual que la administración departamental, sean servidores honestos y honren la confianza que se les ha otorgado en cargos de tan alta dignidad. El cumplimiento idóneo de sus funciones debe generar progreso, con bienestar para todos.
Caminando por las calles de Basilea (Suiza), se siente la paz. Hay tranquilidad en el entorno. Otro aspecto que me llama la atención es el orden. No existen los vendedores ambulantes. Quienes quieran comercializar sus productos se agrupan en diferentes plazas con un permiso de la Alcaldía donde se les fijan las fechas en que pueden sacar sus ofertas. Es ejemplar la disciplina ciudadana en la utilización del transporte público. Los usuarios del Strassenbah (transporte masivo local) esperan a que salgan los pasajeros en alguna estación y luego suben los que están a la espera. Es invariable el respeto por los peatones. Con respecto al parqueo de vehículos no se advierte ningún desorden y el acatamiento a las disposiciones es puntual.
Admiro el respeto que los suizos tienen por las instituciones, por la ley el sometimiento al orden establecido.
Y pienso, ¿cuál es la diferencia de ser suizo a ser colombiano? Mi respuesta es simplemente, que hay una cultura del orden. Las ciudades son el reflejo de los ciudadanos que la habitan. ¿Qué clase de ciudadano es usted?
Empieza el nuevo año 2020, el cual debe ser de cambios para mejorar las condiciones de vida de la gente. Deseo para Cúcuta un mejor porvenir, con servidores públicos honestos, capaces de servir a su ciudad dejando esa mala práctica de corrupción y clientelismo, herencia de las administraciones anteriores. Igualmente, con ciudadanos dispuestos a hacer respetar su entorno, empezando por ellos mismos.
Desde la fría ciudad de Basel, a 2 grados de temperatura les deseo un año 2020 abundante en bendiciones, salud, éxito y sueños realizados en sus vidas y las de sus familias.
daliabogada@gmail.com
