La candidatura de Virgilio Barco a la Presidencia de Colombia tuvo un amplio apoyo de los nortesantandereanos a pesar de la mayoría conservadora predominante en el departamento. 

Era el reconocimiento a los buenos resultados de su gestión desde los cargos desempeñados en el alto Gobierno, siempre orientada a la ejecución de proyectos de progreso para la región.

No hay duda de que todo lo que hizo Barco le aportó soluciones a Norte Santander. 

El balance es favorable y es algo que no se puede minimizar, como lo pretendieron algunos con enfermizo sectarismo partidista y con subestimación de realizaciones consolidadas en beneficio de todos y libres de contraprestaciones nocivas.

Ahora está en el abanico de los presidenciables otro cucuteño. 

Es Juan Fernando Cristo, quien también ha mantenido una constante fidelidad con Norte Santander. Desde el Congreso y el Ejecutivo ha impulsado proyectos de importancia para el país y el departamento. 

Su liderazgo en el trámite de la Ley de reparación a las víctimas del conflicto armado representa uno de los mayores aportes a la construcción de la paz. 

Igualmente, desde el Ministerio del Interior, del cual fue sobresaliente titular, trabajó en forma coherente para cerrarles espacios a los insistentes grupos que generan inseguridad por su apego a la violencia.

Cristo está también entre los dirigentes colombianos con amplio conocimiento de los problemas del país y de las soluciones que requieren. 

Ha tenido participación decisiva en el Acuerdo de Paz con las Farc y en las iniciativas para su implementación. Es un demócrata, partidario de cambios que están previstos para sacar a la nación de esa trama de desigualdad que tantas estrecheces y perturbaciones cruentas ha dejado.

Ajeno a odios y otras mezquindades de degradación, Cristo tiene las condiciones y la preparación adecuada para gobernar al país, con una concepción renovadora, con divorcio de las corrientes retrógradas, excluyentes, apegadas al modelo de atraso que tantos males le ha dejado a Colombia, y, sobre todo, a los sectores más desprotegidos.

Alrededor de la precandidatura de Juan Fernando Cristo, debiera generarse un movimiento regional de cara a nuevas propuestas de fortalecimiento del departamento, en lo económico, lo social y lo político. Es una oportunidad de trazar metas que respondan a posibilidades de una gran superación, lejos de la carrera de la corrupción en que compiten los empeñados que todo siga igual o empeore en beneficio propio.

Los actos populares de apoyo a Cristo programados para hoy y mañana en Cúcuta deben tener amplia resonancia tanto interna como en el país. Es el reconocimiento a su temple y a su compromiso de una nueva Colombia.

Puntada

Aunque sea el resultado de una confusión de sentimientos, Miguel Ángel Flórez Dávila bien  puede rendirle obsecuencia al exalcalde Ramiro  Suárez, con olvido de lo que negativamente representa para la ciudad. Allá él. Pero lo que resulta desproporcionado es la cólera de Miguel Ángel Flórez Rivera por la columna en que Renson Said Sepúlveda critica los términos de la carta con que Flórez Dávila alaba y engrandece a Suárez. Como es de cierto eso de que “La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”.