Para hoy está convocada la plenaria del Consejo de Estado con el fin de elegir su candidato a integrar la terna para procurador General de la Nación, junto con los postulados por la Corte Suprema de Justicia y el presidente de la República. La elección la hará el Senado.
Entre los candidatos, como es sabido, está el nortesantandereano Jaime Buenahora Febres-Cordero, un abogado javeriano con especialidades afines a su carrera, como economía, sociología, filosofía, historia, ciencias políticas, entre otras no menos importantes.
Es un palmarés que los señores magistrados de la Jurisdicción de lo Contencioso-Administrativo no pueden desconocer, principalmente porque Jaime es poseedor de una preparación jurídica sólida, integral, conforme al destino que aspira y, además, es una vida consagrada al estudio y ejercicio del derecho en armonía con los postulados de la deontología jurídica.
De todo ese trasegar académico, con eventuales incursiones exitosas en la diplomacia y la arena política, quedan varias publicaciones que son el deleite para los amantes de la historia política, los guarismos electorales, acontecimientos victoriosos y lúgubres de la República, todo un repaso de 210 años de vida independiente y republicana. Jaime Buenahora es un abogado e historiador con conocimientos en permanente actualización, como debe ser, en lo que le ayuda en demasía su vocación de escritor y docente.
Dejo constancia que mi interacción con Jaime Buenahora Febres-Cordero es corta. En mi vida hemos hablado tres veces por teléfono y dos personalmente. Pero él sabe que soy lector ávido de sus libros: El proceso constituyente, La democracia en Colombia, La generación del terremoto, Proceses electorales y democracia en Colombia y Los procesos electorales: fundamento de la democracia. La sola enunciación de los títulos nos da una idea de las inquietudes intelectuales de Jaime Buenahora: historia, ideas políticas, derecho público, ciencias políticas, entre otras. Recuerdo que hace doce años se presentó una tarde en la Academia de Historia de Norte de Santander, donde me propuso que, en mi calidad de secretario de la corporación, le entregara un oficio para rescatar de las bodegas del Congreso de la República dos de sus libros -La democracia en Colombia y La generación del terremoto-, los cuales no se conocían en Cúcuta. Procedí de conformidad y a los pocos días llegaron las cajas con el material solicitado.
Nuestro coterráneo Jaime Buenahora reúne todos los títulos, la excelencia académica y el temple necesario para ocupar el cargo de procurador general y es de esperar que así lo reconozcan los magistrados electores.
Obituario: el pasado sábado 25 de julio falleció en la ciudad el ingeniero cucuteño Manuel Olinto Prada Adarme, quien como deportista y dirigente deportivo nacional dejó huella imborrable, pero también como empresario exitoso en el área de la construcción, y en esa calidad mantuvo estrechos e inquebrantables lazos comerciales y de amistad con mi padre. Lo recordamos. A Paola Katherine, su esposa, y demás familiares, mis sentidas condolencias.
