Los días pasan en este país y muchas cosas no mejoran; muchos nos hacemos el propósito de mencionar y realzar las cosas positivas que acá suceden, pero cuando son tantas las negativas, sucumbe uno ante esto y termina por mencionar esos temas que tanto agobian y afectan a la mayoría de ciudadanos, a los que deseamos tener un mejor país, mas eficiente, más honesto, más humano y más consciente de que las entidades están al servicio del ciudadano, y que merecen ser tratados con dignidad y no como animales.
Me voy a referir a un tema sobre el que todos los días se habla y escribe: el de la salud. ¿Qué hacen el Gobierno y el Congreso para que las entidades encargadas de la prestación del servicio entren en cintura y de una vez por todas le den el trato que el usuario merece después de pagar mensualmente su aporte, unos menos y otros demasiado? En estos días, un congresista citó a plenaria de la Cámara para hacer un debate sobre la salud en Colombia; asistieron solo 21 representantes.
Esto nos demuestra el poco interés y la poca importancia que les dan a los ciudadanos de los que ellos dependen, en algo tan importante para la población como es el servicio pago de salud. No legislan, no defienden, no respaldan a la gente en este tema tan vital. No se trata de que a usted tarde o temprano le presten el servicio. Usted lo que espera y merece es un trato digno y no el mal trato y el sometimiento denigrante al que las EPS someten tanto a los usuarios como a los que no lo son y por obligación deley tienen que aportar. Me refiero a que en Colombia, así algunos puedan costear un servicio de salud privada y tengan la dicha de no utilizar estos pésimos servicios de una EPS, nadie se salva de pagarles, pues para todo usted debe estar afiliado a este sistema.
Un sistema que sin duda ha hecho todo lo inimaginable en malas acciones con los dineros del aportante, que en la mayoría de estos actos, quedan escondidos y tapados y en la mas aberrante impunidad, mientras el usuario, el aportante, el que lleva el dinero, es burlado, maltratado y engañado con la venia y la permisividad del Estado, pero sobre todo del Congreso, quien es el que debe legislar y ejercer control político a favor del buen servicio de sus electores por algo que este está pagando.
Varias veces he tenido que ir a Cafesalud, antes la muy cuestionada Saludcoop, a hacer un trámite legal, de esos a los que nos someten para cumplir con los requisitos de ley y por ende tiene usted que pasar por un suplicio el cual no puede evitar, para hacer una pregunta por mas sencilla que sea. Con razón en este país tanta gente vive con el genio alterado, todo son colas intensas, tramitología, pésimo servicio, pérdida de tiempo, desorden, etcétera… Primero, tiene usted que entrar a un minisalón atestado de gente por supuesto molesta, ya que ha tenido que pasar por alrededor de tres filtros incluyendo al vigilante, soportar la indiferencia y la cara de amargura de los empleados, para que al final después de terminar el último filtro, pase a otro salón, que por su poca capacidad, toca esperar de pie a que en una hora u hora y media si está de suerte, sea atendido.
¿Saben ustedes cuánto tiempo pierde la gente por obligación, porque no tiene más opción, porque el Estado lo sometió a esto, porque se legisló a favor de estas entidades y no del usuario? ¿Saben cuántos ratos amargos y desagradables debe pasar la gente por culpa que estas empresas que para apropiarse la mayor ganancia no invierten en infraestructura digna para el bienestar y comodidad de quienes les dan de comer?
No hay derecho, si ese mal rato lo tienen que vivir los clientes que le tienen que pagar a Cafesalud por obligación una cantidad considerable de dinero mensualmente, y nunca utilizan los servicios de estas entidades ineficientes por tener una póliza. Si es así, ¿cómo será el pobre usuario que solo tiene esta opción? Se aproximan elecciones y vamos a ver quienes tienen entre sus propuestas una reevaluación sincera de nuestro sistema de salud en Colombia. Amanecerá y veremos.
