La consulta anticorrupción de hace una semana obtuvo 11.671.420 votos, pero esa no fue una cifra suficiente para alcanzar el umbral que propone la ley y que a su vez era el objetivo de sus promotores. 

Dicho de otra manera, con estos resultados podría pensarse que la consulta fue derrotada,  ya que su obligatoriedad quedó en entredicho, así las siete preguntas hayan obtenido el 99% a favor.

Otros análisis ligeros nos afirman que ganaron los corruptos, porque perdió la anticorrupción y comparan estos resultado con los obtenidos en el plebiscito por la paz propuesto por el anterior gobierno, como sabemos ganó el no, lo cual podría ser tomado como que ganó la guerra porque perdió la paz. 

Tampoco es cierta esa conclusión como tampoco lo es que los más de once millones de votos del domingo anterior son una victoria porque superaron en cifras a los votos emitidos por un presidente hasta ahora y sacan pecho sus promotores sin que les quede campo para reconocer que numéricamente fue derrota. 

Ha sido una victoria pírrica. Como en el futbol no se gana si se juega bonito pero le son infligidos tres goles en contra y no se logra anotar uno solo a favor, es claro, a eso se le llama derrota. Las cifras son contundentes y no mienten. 

Pero lejos de los resultados a la mayoría de los colombianos no nos gusta la guerra ni la corrupción, queremos vivir en paz y estar gobernados por dirigentes honestos, la corrupción es un cáncer incrustado en los círculos de poder y hemos durante años asistido a ese espectáculo impávidos, nos acostumbramos y hasta se ha vuelto una conducta normal y justificada por algunos con una desafortunadas frases como… que robe pero que deje obras; que justificación tan pobre de sensatez. 

No se puede decir que la totalidad de nuestros compatriotas quieren que no haya corrupción porque ahí están los corruptos y ellos hacen la excepción y quieren que esa costumbre continúe para obtener su propio beneficio. 

Lo que realmente no ha gustado es la forma como se planteó la consulta y además hubo rechazo a las figuras que la promovieron, pero en el fondo de la conciencia de cada colombiano sabemos que nos parece abominable el hecho que unos pocos se queden de forma ilegal con lo que le corresponde a todos. 

Todo indica que llegó el momento de pasar de la retórica a la acción luego de la consulta que movilizó a la gente para que pensara en este problema. 

Los primeros pasos estaban dados con los proyectos radicados por el presidente luego de su posesión que serán complementados para completar siete que serán tramitados con urgencia, todo ello luego de la reunión en palacio de todas las fuerzas políticas bajo el liderazgo del presidente Duque. 

Entonces cabe el interrogante si todos le caminaron a esta primera reunión y aportaron su esfuerzo e ideas al estar de acuerdo en trabajar conjuntamente para encontrar los caminos que conduzcan a la erradicación de la corrupción, ¿se hubieron podido ahorrar los miles de millones de pesos que se gastaron en la consulta? Esa fue siempre una objeción que se le hizo a sabiendas que cuanto se  lograra debía ser discutido en el seno del Congreso, tal como van a ser tramitados los proyectos del ejecutivo unidos a los que presentará la Fiscalía y la Procuraduría.