Pasadas las elecciones todo vuelve a la calma, se conocieron ya los ganadores y han hecho su celebración, los que no lograron sus objetivos se dieron a la tarea de analizar los resultados adversos y encontrar las posibles causas de la derrota. Quedan pocas alcaldías por definir, el estrecho margen ha dejado en el preconteo a un ganador, pero los opositores no reconocen los resultados, como es el caso de Villa del Rosario.
En el departamento, como estaba previsto, ganó Silvano Serrano por un amplio margen de votos la elección de gobernador. Un candidato conservador en un departamento históricamente conservador y con el apoyo de los demás partidos, no tenía pierde. Con facilidad superó los trescientos mil votos y ya está haciendo el empalme con el saliente grupo de gobierno.
Las cosas en Cúcuta fueron a otro precio. Una tamaña sorpresa ocurrió, así fue la victoria de Jairo Yañez. Según los vaticinios de las encuestadoras otro sería el ganador, sin embargo la candidatura de este ingeniero despertó un interés inusitado en las horas previas a la elección y con el apoyo de un grupo de profesionales de diversos gremios a través de las redes sociales logrando penetrar otros grupos, especialmente entre los jóvenes, esa propuesta fue oída en tiempo oportuno y fueron ellos quienes le dieron su respaldo con el anhelo de detener el continuismo en la alcaldía de nuestra ciudad. Al finalizar la tarde el domingo pasado se tuvo la certeza de la victoria del viejito del megáfono, con una ventaja que superó los veinte mil votos.
No ha pasado una semana desde cuando se produjo este hecho analizado como un despertar de la conciencia ciudadana de manera espontánea entre los cucuteños para elegir a un personaje alejado de las castas políticas y ya le han surgido los enemigos, algunos con razón, se sienten perdedores y se tendrán que alejar del poder, pero otros son gratuitos e intentan atar cabos y cifras para restarle valor e importancia al triunfo del voto de opinión que se alineó con los postulados que van en contra de la corrupción y la malversación de los dineros públicos, tal como lo expuso en su campaña el ingeniero Yañez.
Algunos están hablando de ayudas tácitas o con campañas que no se evidenciaron por parte de quienes ostentaban el poder para ayudar a quien tenía el pregón utilizando un megáfono, discurso que además de novedoso resulto efectivo a juzgar por los resultados conocidos. Pues no hubo tal intervención, la elección se dio porque la gente en todos los estratos le apostó a una nueva cara, otro estilo, otras expresiones.
La administración de la ciudad estará en buen tono si al esfuerzo que hará el ingeniero Yañez se suman al unísono los concejales municipales también elegidos en la misma fecha. Los ciudadanos ya se manifestaron en las urnas y decidieron que los gobernará alguien que ha prometido hacer lo correcto y extirpar lo corrupto, de tal manera que se espera un comportamiento similar por parte de los concejales honestos y comprometidos con una gestión diferente y trasformadora de nuestra ciudad. Que así sea.
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