Siempre me ha parecido que en todos los partidos y movimientos políticos hay gente buena, regular y mala, pues ello hace parte de la democracia que afortunadamente impera en nuestro país.
En las pasadas elecciones a la presidencia de la republica el candidato Iván Duque, del Centro Democrático, acompañado del partido conservador, Cambio Radical, algunos sectores del partido liberal y otros movimientos políticos tuvo una importantísima votación en la ciudad de Cúcuta, con 250.405 votos que significaron el 80.04%; y en el departamento logró 486.004 votos que representaron el 77.96%; una elección a todas luces mayoritaria, que por sí sola habla del querer de los cucuteños y nortesantandereanos.
Casi todos los índices muestran que tanto la ciudad como el departamento ocupan los últimos renglones en la frágil economía nacional, esos mismos datos nos proponen una región colmada de retos, que deben ser atendidos de una vez por todas por dirigentes preparados, calificados, honorables y capaces, de esos que abundan en nuestra región, pero que nunca participan en política. A ello es que debemos apuntar.
Qué buena oportunidad tienen los dirigentes que produjeron la muy buena votación a favor del próximo presidente de los colombianos para que de una vez por todas logren que en las elecciones venideras a la alcaldía de Cúcuta y a la gobernación del departamento, tengamos candidatos(as), que no solamente representen dignamente nuestra ciudad y departamento, sino que además guíen a nuestra región por los caminos del éxito y la prosperidad.
Con las pasadas elecciones presidenciales quedó demostrado que las maquinarias no son decisivas y que nuestra gente está aprendiendo a votar libremente, pero es necesario para lograr el cambio, que las fuerzas vivas de la región presenten un proyecto político que no sólo recupere el rumbo sino que además indique de una vez por todas cual es el plan de desarrollo para los próximos 30 años. Ese cambio de mentalidad y de actitud del votante debe verse acompañado de la oportunidad de poder escoger entre una lista de nuestros mejores hombres a quienes regirán los destinos de Cúcuta y el Norte de Santander, y así demostrar que estamos cansados de soluciones cortoplacistas, sin visión y llenas mediocridad.
Con toda seguridad, los cucuteños y los nortesantandereanos, saldremos a votar masivamente en las próximas elecciones, si esos candidatos no solamente representan la dignidad de nuestro pueblo sino además garantizan con su independencia y sus hojas de vida, que están en capacidad de lograr un mejor futuro para nuestra agobiada y olvidada región.
