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Revelaciones que harán temblar el proceso
Tampoco se ha dicho qué pasó con los laboratorios de procesamiento de cocaína que tenían en las selvas del país.
Lunes, 30 de Abril de 2018

Parece ser que la unidad que presuntamente había en la estructura de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, Farc, con la que están afrontando el posconflicto, se podría ver resquebrajada con el viaje a Estados Unidos de Marlon Marín, quien será el principal testigo en el proceso judicial en contra de Jesús Santrich.

Marlon, sobrino de Luciano Marín conocido con el alias de ‘Iván Márquez’, testificará sobre la presunta responsabilidad de Santrich en el envío de diez toneladas de cocaína a territorio norteamericano y permitirá revelar verdades sobre la supuesta relación del cártel de Sinaloa de México con las Farc, contactos que habrían continuado después de que se refrendaron los acuerdos de La Habana. 

Marlon Marín, quien fue capturado en el mismo operativo en que detuvieron a Santrich, era el encargado de los proyectos productivos del programa agrícola de desmovilizados, por ello además de ser acusado de ser el mediador con el cártel de Sinaloa, también fue sindicado de realizar contratos irregulares con dineros destinados por la comunidad internacional para el posconflicto, escándalo que seguramente involucrará a funcionarios del Estado cuando avancen las investigaciones de las autoridades.

Detrás del viaje de Marín como testigo principal en este caso, la justicia de Estados Unidos no solamente busca tener pruebas contundentes en contra de Santrich, falta ver si los beneficios que serán ofrecidos alcanzarán para que sean vinculados más ex miembros del Secretariado, como ya se puede prever, pero adicionalmente que se conozca por fin la verdad sobre los negocios ilícitos que tenía la desmovilizada guerrilla. 

Por ejemplo, en este proceso de paz en el que las Farc deberían entregar la fortuna que consiguió durante su clandestinidad, declararon que no poseen recursos, lo que hace considerar que muchos de esos bienes que presumiblemente poseen, estarían en manos de testaferros, esa verdad necesita conocerla el país.

Tampoco se ha dicho qué pasó con los laboratorios de procesamiento de cocaína que tenían en las selvas del país, en los que producían toneladas de droga mensualmente; ni las rutas por las que sacaban esos alucinógenos, mucho menos los enlaces que tenían en la política, gremios económicos y organismos de seguridad del Estado, porque una estructura de esa magnitud tiene contactos que facilitan sus negocios ilícitos. Verdades que seguramente conoce Marlon Marín y que de acuerdo con los beneficios que ofrezca la justicia estadounidense, podría divulgar parte de esa realidad. 

Este hecho sin duda tendrá impacto sobre el futuro del proceso de paz y sobre la base de los desmovilizados de las Farc, situación que tratarán de aprovechar organizaciones que aún permanecen al margen de la ley para aumentar el número de sus filas, como la disidencia que dirige Walter Patricio Artízala, alias Guacho.

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