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Sin pañitos de agua tibia

No estoy queriendo decir que millones de colombianos no tenemos malas mañas.

Últimamente encontramos en varios medios de comunicación masiva, disertaciones acerca del mal comportamiento general que tenemos la inmensa mayoría de los colombianos, lo cual ha representado y sigue representando la principal causa del atraso, la injusticia, la pobreza, las desigualdades, la falta de oportunidades, la delincuencia y un sinfín de males que atormentan al país, y que además no nos dejamos gobernar.  

Esa mentira es tanto como afirmar que los 5 hijos de don Pancracio  y doña Corota son los únicos responsables de sus desgracias, y por ello, ya 2 han muerto en hechos delictivos, otros 2 pagan por tercera vez una larga condena en prisión. No queda difícil adivinar de dónde provienen aquellos textos y discursos con semejantes mentiras  e infamias,  menos mal cada día son menos los que les creen. Pues vienen de los mismos verdaderos causantes: los políticos, deshonestos y despiadados que de generación en generación se han atornillado en el poder, haciendo de todo para no dejárselo quitar, pues su codicia e ineptitud no tiene límites y se quieren tragar hasta los gusanos, sin cumplir con las funciones y obligaciones que les imponen los cargos, bien sean del orden municipal, departamental o nacional. 

Lo peor es que ese estado de desinterés  por hacer las cosas bien, por dar ejemplo, se ha diseminado hasta en la Policía y en la mayoría de entidades públicas.  Es esta, y ninguna otra la causa de que siendo Colombia uno de los países más ricos del mundo, vivamos con tanta pobreza, inseguridad y atraso.  En donde sí entramos a jugar un triste  papel la mayoría de colombianos es en la actitud que hemos asumido desde  hace mucho tiempo, votando por los mismos con las mismas, o por partidos anacrónicos y podridos; de otro lado, rindiéndoles pleitesía desde los medios y celebrándoles sus desafueros, o perdonándoles sus equivocaciones y atropellos. 

También Fallamos en la incredulidad generalizada que caracteriza a muchos, como consecuencia de ver por tantos años el robo continuado e impune realizado por los gobernantes de turno. Estas posiciones frente a su país y su situación son producto de la desesperanza y el resentimiento, que muchas veces ni las mismas autoridades son capaces de detener. 

Por todo ello es que responsabilizar al grueso de la población colombiana de que en las ciudades o en los pueblos, los gobernantes no pueden hacer mayor cosa, o que se desaparezca la plata de inversión social es culpa de la gente que no los deja hacer nada, o que por todo están inconformes, es un sofisma de distracción horrible, que se desmiente con solo mirar el amor verdadero hacia gobernantes honestos que han hecho labor, que no se han robado lo del pueblo y no pordebajearon a nadie, sino cumplieron su deber. 

No estoy queriendo decir que millones de colombianos no tenemos malas mañas, que para cada cosa estamos buscando la trampa, que somos envidiosos, que  no somos cívicos y no cuidamos los bienes comunes, que a la hora de colaborar nos escondemos etc. etc.,  pero no por ello es que los gobernantes no pueden sacar adelante las obras de infraestructura, ni pueden poner orden en su región, ni se les ocurre nombrar en los cargos a los más honestos y capaces, y de paso  tienen que robar. Nanay cucas. Decídase a enderezarse señor político, que el liderazgo que usted pueda tener lo salve y le ayude a sanar su conciencia.  El que obra bien, le va bien.  Muchas gracias 

Jueves, 2 de Marzo de 2017
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