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Sindéresis
Debemos arreglar los puentes para que los “carros no le sigan sacándole las piedras”.
Sábado, 14 de Julio de 2018

"Los carros le sacan la piedra a los puentes”, titulaba ayer La Opinión, y esperemos que no se traduzca en que la alcaldía Cúcuta, después de muchos años, le siga sacando la piedra pero a los cucuteños con los verdaderos “elefantes blancos” que siguen sumando como obras de colección. 

El mayor insulto que hemos recibido por estos días es el anuncio de que es mejor olvidarnos de lo que iba a ser la terminal de transportes en la vía de Puerto Santander. 

La prueba que muestra nuestra incapacidad de solucionar los verdaderos problemas de la ciudad desde la alcaldía es precisamente esta, el fracaso de la terminal de transportes de la ciudad fronteriza vía terrestre más importante de Colombia. 

Sobra decir que acercarse a la actual terminal es una experiencia nauseabunda, peligrosa, ni pensar en hacerlo en horas de la noche, invadida de ratas de todo tipo, prostitutas y jíbaros. 

¿Cuánto dinero hemos invertido en esa terminal fracasada? ¿Cuánto dinero hemos pagado los cucuteños por ese elefante blanco? 

Para que nos seguimos preguntando por qué la gente se resiste a pagar la contribución de valorización que hoy en día se está cobrando, por la que incluso muchos cucuteños se encuentran embargados, si una vez más hay incredulidad y falta de confianza por las supuestas obras que se van a hacer con ese dinero. 

La ciclorruta de la Gran Colombia que tiene un costo de quince mil cuatrocientos millones de pesos es la obra que hoy necesita Cúcuta? 

Pues NO, esa no es la obra, y menos cuando en una publicación de la alcaldía se anuncia que se van a construir 3.6 kilómetros cuando la ciclorruta tan sólo tiene 1.6. 

Mañana estoy radicando un derecho de petición de información en nombre de la ciudadanía de Cúcuta, para que se nos informe el presupuesto detallado de la obra, participación ciudadana como obliga la ley, y mientras se surte ese derecho, que se SUSPENDA el cobro de valorización. 

Si hay una obra que debe hacerse en este momento en la ciudad con urgencia es precisamente la del terminal de transporte, la redoma donde está el Indio, hoy por hoy una de las zonas más deprimidas de la ciudad. 

Esta es la sindéresis que le reclama en este momento a la alcaldía de Cúcuta. 

En vez de seguir invirtiendo el poco dinero que tenemos en el Cristo Rey, que hasta el momento tiene muy poco de turístico, o en insistir en obras sobre las cuales hay más incertidumbres que certezas, como la de la ciclorruta o el mirador, debemos arreglar los puentes para que los “carros no le sigan sacándole las piedras”, y de paso, en esta crisis que vive la ciudad, con una grave recesión, con inseguridad, ad portas de una emergencia sanitaria, y los cucuteños al borde de que le sigan sacando la piedra porque no les alcanza para pagar impuestos, con muchos negocios que no dan ganancias, con obligaciones por pagar, y que ve como lo siguen clavando con el pago de la valorización.          

Si a respecto de Cúcuta no se toman las medidas administrativas y políticas que se requieren con urgencia, con sindéresis, una ciudad que está lejos de resolver sus problemas y se encuentra desbordada por la inmigración venezolana, y ahora, con un diputado esquizofrénico de allá como Pedro Carreño, que con mapa a bordo señala emulando quizás a Hitler los puentes que irían a destruir del río Magdalena, pero en todo caso, con esos locos en el poder de la República Bolivariana que en algún momento sí serían capaces por ahí, en medio de su locura,  de mandar algunos tanques hacia la frontera, y lleguen por aquí cerca a Cúcuta, ahí si tendríamos que empezar a escribir sobre el momento en que terminó de joderse la frontera.

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