Sin duda alguna, la lengua es uno de los órganos más importantes con que cuenta el ser humano, es el músculo más fuerte de todos, cumple funciones como la masticación, la deglución, el lenguaje, el sentido del gusto y la palabra…aunque también interviene en muchos de los problemas del hombre. ¡Uy que lengua! suelen decir las señoras cuando escuchan que están hablando mal de alguna vecina o conocida. Casi todas las riñas en escuelas y colegios comienzan con las mentadas de madre que se emiten por medio, o a través de la lengua. La mayoría de las batallas campales que se desatan en los recintos donde deliberan los concejales, diputados, congresistas etc. surgen a raíz de las alteraciones de los ánimos, y se manifiestan a través de la lengua, que denuncia la corrupción de muchos compañeros de bancada, y lo peor es que ponen en la lengua groserías y porquerías para herir más al opositor.
Por culpa de la lengua se han desatado múltiples rencillas entre vecindades, familiares y allegados. Es la lengua la que reina y manda en todos los fortines políticos y públicos, por su culpa se han desatado serios conflictos con alguna frecuencia, y algunas veces hasta guerras han provocado, y ni hablar de la lengua de las suegras, que al parecer ha sido la causante de la ruptura de muchos matrimonios, o será que cuando la suegra mete la lengua es porque primero metió el hocico para pescar pichuras de sus nueras o yernos? , o como dice el dicho popular “coge fama y échate a dormir”.
La lengua por sí sola no haría nada, sería un pedazo de carne en la boca que nos serviría solo como a manera de chicle, por eso ella tiene conexiones entre las regiones del hemisferio izquierdo del cerebro, y por eso actúa como un timón, para direccionar la información de acuerdo a los caprichos o mentiras del dueño de cada lengua. Aprender a dejarla quieta es un buen aprendizaje para evitar muchos problemas que nos pueden acarrear males peores.
Para aquello de la conquista en la adolescencia, la lengua se vuelve un ocho, al no saber cómo manipularla cuando los muchachos están en cine besándose en las primeras de cambio…al tiempo se dan cuenta que la lengua es el manjar más apetecido cuando de besar se trata, la práctica va haciendo al maestro, En lo social, hay muchos tipos de lengua, la incisiva, la mordaz, la satírica, , la picante, la irónica, la burlona, la parlanchina etc., y su uso estará sujeto al estado de ánimo de cada quien. La sin hueso se vive metiendo en todas partes, si su dueño no le pone riendas, ella hará lo que se le dé la gana, pues no es la que maneja la razón sino la emoción que conlleva a echar por la calle del medio, y a no pararle bolas al qué dirán o a otras consideraciones sociales o religiosas.
No es la lengua la que se maneja sola y/o pueda hacer daño a los demás, es cada uno de nosotros el que gobierna su propia lengua, y en esa misma dirección es uno mismo el responsable de lo que diga con ella. En estos casos, cuando se metan las patas con la lengua, vale la pena quitarse los orgullos dañinos y pedir perdón con humildad, disculparse con gallardía, no espere que lo amenacen con cortarle la lengua, que seguramente pueda ser peor que le cortaran otra cosa, como en la edad media que era habitual el tormento de cortar o arrancarla como castigo a los blasfemos y perjuros; hay también leyendas mitológicas que recurren a la amputación de la lengua para garantizar el silencio de tal o cual personaje cuyas declaraciones podrían ser poco oportunas; es mejor ser asertivo, dar en el blanco con la lengua.
Qué bueno sería que todos aprendiéramos a usarla mejor para buenas causas y buenas cosas, como por ejemplo para leer o declamar poesía, para pedir perdón y ayuda, para agradecer y felicitar, para ofrecer y decirle cosas bellas a la gente, para ofrecerle piropos bonitos a las mujeres etc.
