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Tiempos de guerra
Los más afectados con esta medida fueron los países occidentales.
Viernes, 9 de Marzo de 2018

El anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de gravar con 25 por ciento las importaciones de acero y con 10 por ciento las de aluminio, fueron interpretadas como el comienzo de una guerra fría comercial. La noticia de imponer estos altos aranceles cayó como un balde de agua fría en Canadá, Brasil, México, Corea del Sur, Rusia y Alemania, principales exportadores de acero hacia Estados Unidos. Los más afectados con esta medida fueron los países occidentales.

Tras conocerse la decisión del mandatario norteamericano el jueves de la semana pasada, la Unión Europea advirtió sobre la posibilidad de imponer aranceles a los productos estadounidenses, a lo que Trump respondió con la amenaza de un nuevo impuesto a los automóviles europeos. A las reacciones mundiales de la posibilidad de una guerra comercial, Trump respondió: “Cuando un país está perdiendo muchos miles de millones de dólares comercialmente  con prácticamente todos los países con los que hace negocios, las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar”. 

La medida de aplicación de aranceles busca proteger la producción nacional del país del Norte ante el crecimiento del déficit de la balanza comercial (exportaciones - importaciones) el cual llegó a 566.000 millones de dólares en 2017. Sin desconocer los beneficios de esta medida para los fabricantes de acero y aluminio estadounidenses, la inquietud de expertos y analistas es si tienen la capacidad para atender la gran demanda. Además, otros sectores como los fabricantes de automóviles, se verán afectados por la subida de precios de la materia prima.

Según la ANDI, Colombia exportó el año pasado a Estados Unidos 226.7 millones de dólares entre acero y aluminio, suma que está en riesgo pues en la lista de los países exentos de la aplicación de este tributo dada a conocer el jueves 8 del mes en curso solo aparecen Canadá y Méjico. 

Todo apunta a que estamos en el preámbulo de una guerra, pues a la advertencia de Rusia de que Estados Unidos crea las premisas para una guerra nuclear, hay que agregarle la guerra económica sin fin del presidente Maduro. Ahora se pone en el tapete la posible guerra fría comercial, que cada vez se calienta más, con las medidas de Trump. 

Como si fuera poco, en este invierno dos bombas ciclónicas han azotado el nororiente de Estados Unidos provocando con sus tormentas de nieve y vientos de gran velocidad caos y destrozos.

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