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Todo cambió

Lo único claro, y ya se ha dicho hasta la saciedad, es que el virus sigue en el ambiente.

Por disposición gubernamental hoy se empieza a dar flexibilidad al alistamiento social obligatorio -cuarentena-, aunque no sabemos si fue por recomendación de los epidemiólogos que asesoran al gobierno nacional, por razones de marcha de la economía o por los de siempre: los factores reales de poder en varios niveles. No sé.  
 
Lo único claro, y ya se ha dicho hasta la saciedad, es que el virus sigue en el ambiente y en cuanta superficie encuentre, haciendo daño, y, al igual que la tecnología, ambos llegaron para quedarse. El virus hasta que se le dome, que no será pronto, y la tecnología, de pronto tenga mayor vocación de permanencia, que es, entre otras razones, lo que se busca. Así las cosas, se intensifica el teletrabajo y las clases virtuales en primaria, enseñanza media y universitaria. Eso no se lo imaginó Juan Amós Comenio, el de la Didáctica Magna, libro con el que hace 363 años transformó la pedagogía en Ciencia de la Educación e hizo que los pedagogos fueran forjadores de ciudadanos. Toda una revolución en su época. 
 
Si la virtualidad paulatinamente se arraiga en todo lo relacionado con la educación, merma la presión sobre los centros educativos de todo nivel, en el sentido que todo aquello que las instituciones de enseñanza tienen que aportar, como aulas adecuadas, salas de cómputo y valor de servicios públicos, entre otros, ahora lo trasladarán al hogar, es decir, a los padres de familia. Además, cierto sector de la economía se resiente, como aquel que le facilita al estudiante insumos. Basta con pasearse brevemente por los alrededores de la Universidad Francisco de Paula Santander -UFPS- y otras. 
 
Sin ánimo crítico, sino de razonar, no se entiende claramente cómo el gobierno nacional hace hincapié en los pilares básicos del cuidado personal: lavarse las manos con frecuencia y distanciamiento social obligatorio y, simultáneamente, habla de pruebas piloto y alternancia para regresar a clases en los meses venideros. Eso es iluso. Eso es exponer a los jóvenes al contagio inmediato, no importa las precauciones que se tomen. Máxime, cuando el mismo gobierno dice que el pico llegará en octubre y, de contera, si eso llega a suceder la misma administración nacional se expone a una crítica acerba por parte de sus detractores de oficio, los gratuitos y los reconocidos en la ley estatutaria contentiva del estatuto de la oposición.   
 
Muchos padres de familia se han mostrado radicales en el sentido que, si el Gobierno Nacional ordena el regreso a clases este año, ellos no enviarán a sus hijos, aunque en Cúcuta ya han advertido algunos colegios privados que definitivamente no retornarán a clases. Si en 210 años de “vida independiente y republicana” no han podido erradicar los cáncanos en los colegios, menos van a erradicar en dos meses este bicho tan escurridizo que nos azota, maltrata, confina y ha traído muerte y devastación en algunas familias infortunadas.  

Martes, 1 de Septiembre de 2020
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