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Tres ríos, tres presas, tres estribaciones… muchas frustraciones
Norte de Santander se ha dado el lujo histórico  de ignorar una “cascada” de recursos. 
Miércoles, 24 de Octubre de 2018

Quizá por estar tan cerca de Venezuela, país que según dicen los entendidos es el mejor dotado por la naturaleza,  Norte de Santander se ha dado el lujo histórico  de ignorar una “cascada” de recursos que hoy con los problemas ambientales, sociales y económicos que enfrenta la región comienzan a marcar la diferencia entre seguir en este ostracismo, o de verdad proyectar al departamento con visión futurista. Intentaré hacer una descripción cronológica de las ignoradas advertencias que a través de los años destacados profesionales nos han dado y que hoy nos tienen ad portas de cometer eso sí, el más grave error (ambiental, económico y social) sin que nadie, diferente a un contratista casi anónimo nos lo propusiera; BOMBEAR el agua para Cúcuta desde el río Zulia y luego seguirla impulsando a Villa del Rosario y Los Patios. 

Sobre el río Pamplonita y por allá en la década de los 30 del siglo pasado, el gobierno nacional preocupado ya con el acelerado crecimiento que venía teniendo Cúcuta después del terremoto de 1875,  contrata con el geólogo alemán Enrique Hubach los “Estudios de Provisión de Agua para la Región de Cúcuta”. Sobre el rio Pamplonita y previendo futuras restricciones de agua domiciliaria recomienda - ! hace casi 90 años¡ - además de proteger las cabeceras; construir una presa en la angostura Lalache, aguas abajo de La Donjuana. Ya posteriormente y a raíz del desarrollo urbano de esas cabeceras, se planteó también la construcción de pequeñas presas sobre sus afluentes…ni don Juan, ni don Juana.   

Sobre el río Táchira, recojo apartes del oficio fechado en marzo 23 de 1976 que el alcalde de Villa del Rosario de la época, Manuel José Cabrera (q.e.p.d.), le enviara a la gobernadora de entonces, María Carmenza Arenas, y en el cual le sugiere  acoja como uno de sus programas de gobierno “ dejar definido lo necesario para que el proyecto Represa El Mesón sobre el río Táchira que debe adelantarse por ambos gobiernos sea una realidad”. Más adelante en la descripción del proyecto dice: “Unos 10 kilómetros arriba del Puente Internacional Simón Bolívar el río se escurre por un estrecho y definido cañón, excepcional para la erección de una presa de contención de sus aguas, precisamente donde antiguamente existió una posada con el castizo nombre de El Mesón”. Ahora sobre sus beneficios, advierte como urgente atender la dinámica poblacional y las proyecciones de los centros urbanos Villa del Rosario, San Antonio y Ureña, además de las casi 7.000 hectáreas del fértil valle del río Táchira. Es bueno mencionar que ambos gobiernos por su cuenta han llevado a cabo sendos estudios sobre su factibilidad, y su utilidad sigue hoy más vigente que nunca.  

Ahora, sobre la ´Joya de la corona´ esto es   el rio Zulia, también la naturaleza es generosa y nos facilita mediante la afortunada aproximación de dos montañas, conocidas como Loma Redonda y el Cerro del Águila, en el corregimiento de Hato viejo en Durania levantar una presa hasta la altura  que seamos capaces, y generar,   desde agua por gravedad y de excelente calidad para toda la conurbación binacional, pasando por el control de inundaciones, riego para 45.000 Has, turismo e hidroenergía, hasta conectarnos con el mundo a través del rio Catatumbo y el Lago de Maracaibo. Eso es lo que es el embalse multipropósito de El Cínera que visualizó el ingeniero arboledano Senén Botello Rangel recién pasada la primera mitad del siglo pasado. Empresas tan importantes como Hidrotec, Agra Monenco, Roca de Colombia y EPM   ratifican la factibilidad positiva del proyecto y solo la mezquindad de nuestros gobernantes nos ha impedido que  aprovechemos una bondad que la naturaleza nos ofrece. 

Pero no contentos con esas frustraciones y a pesar de haber sido pioneros en Colombia en la producción de electricidad generada por la fuerza del agua,  somos hoy el único departamento andino  que no produce un solo vatio de energía hidráulica. Anima que  actualmente se avanza en dos proyectos de Pequeñas Centrales Hidroeléctricas o PCH por sus siglas, esto es sin presa reguladora ubicados sobre los ríos Chitagá y Zulia con un potencial de 80 Megavatios. Uno, el del río Zulia deja inclusive la posibilidad de traer agua a Cúcuta por gravedad. 400 millones de dólares seria la inversión privada para desarrollarlos. Corponor tiene la palabra.

La anterior es pues   una brevísima descripción de nuestra mediocridad frente a los desafíos que se nos han presentado para lograr lo que los economistas denominan Crecimiento Endógeno Sostenible y confió en que los temores fundados de los efectos del Cambio Climático nos hagan reaccionar. 

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