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Un 2019 para hacer historia
Yo veo una Cúcuta con sed de justicia y grandeza.
Domingo, 30 de Diciembre de 2018

Hoy despedimos el año, reflexionamos sobre lo vivido, lo que hicimos y dejamos de hacer. También como lo dicta la tradición, de diferentes maneras pensamos en nuestros deseos y compromisos para el 2019. Se puede decir que es un día especial en el cual podemos hacer un reconocimiento del periodo que se acaba y lo que esperamos del que se avecina. 

Recordando un poco, en materia deportiva fuimos testigos de un 2018 lleno de éxitos. Caterine Ibargüen fue elegida la mejor atleta mujer del año.  La selección de fútbol femenina del Atlético Huila ganó la Copa Libertadores de mujeres. En boxeo, el antioqueño Eléider Álvarez se convirtió en campeón mundial en la categoría semipesado y, con la misma jerarquía, nuestros deportistas cosecharon decenas de medallas de oro, plata y bronce en patinaje, natación y gimnasia en las competencias internacionales que participaron.

Para nuestro orgullo cucuteño, el gimnasta Jossimar Calvo ganó dos medallas de oro y dos de plata en los Juegos Sudamericanos y tres más de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe. La tenista juvenil María Camila Osorio ganó también varios torneos y continúa ascendiendo en el ranking mundial de este deporte. De igual importancia, celebramos con euforia la destacada e histórica participación del Cúcuta Deportivo en el Torneo Águila y su regreso a la máxima categoría del fútbol profesional. 

En el ámbito político nacional, los escándalos estuvieron a merced del día a día. La corrupción de Odebrecht, la investigación de Álvaro Uribe por los falsos testigos, el video en el que aparece Gustavo Petro recibiendo fajos de dinero, las pechugas de 40 mil pesos que eran contabilizadas por algunos contratistas para robarse la plata de los refrigerios de los niños en escuelas colombianas, entre otras, fueron varias noticias que padecimos este año. 

Sin embargo, debemos ser conscientes que a raíz de momentos difíciles experimentados, se generaron actos de responsabilidad y apoyo ejemplares. Los colombianos cansados de las injusticias percibidas por el sector público, salieron masivamente a votar en una consulta anticorrupción que, si bien no alcanzo el umbral necesario para ser aprobada, obtuvo el respaldo de más de 11 millones de ciudadanos. Una votación sin precedentes teniendo en cuenta que fue un ejercicio sin maquinarias políticas.

De la misma manera, debo señalar la importancia que tuvo el Congreso de la República al frenar la reforma tributaria que pretendía gravar con impuestos a toda la canasta familiar. Sabemos que nuestros congresistas no gozan de la mejor popularidad, no obstante, unidos en bloque y en una verdadera representación de la sociedad, tumbaron los impuestos que iban en contra de las clases bajas y medias del país y otras cargas tributarias que el Gobierno quería imponer con el fin de financiar un déficit presupuestal que, aún hoy, el ministro de Hacienda no ha podido explicar con claridad. 

A nivel local, Cúcuta siguió soportando la crisis migratoria venezolana, se aprobó en el Concejo un impuesto de seguridad que fue rechazado por toda la comunidad, la internación de vehículos sigue en pie y continuamos esperando la tan anhelada ayuda del Gobierno nacional para mitigar la crisis socioeconómica que padecemos. 

Es verdad que este año no fue sencillo para los cucuteños, pero revisando las cosas buenas y no tan buenas, aplaudo que reemplazamos la xenofobia por una conciencia de solidaridad hacia nuestros hermanos venezolanos. Pese a que hemos sido agraviados por las distorsiones que generan las malas políticas públicas planteadas para la ciudad, el motor empresarial que tenemos y la admirable clase trabajadora que corre por las venas de la Perla del Norte, hacen de esta región una fuerza viva que nunca se rendirá. 

Ahora, el próximo año es extremadamente importante. Volvemos a participar en unas elecciones locales de las cuales debemos ser protagonistas. Somos nosotros los llamados a cambiar el rumbo de la ciudad y tenemos que entender que no es el Gobierno el que nos dará soluciones. Las soluciones vendrán de nuestro trabajo, de nuestro esfuerzo, de nuestra honestidad y de nuestra dedicación, y en el ejercicio de la política, queridos lectores, esto significa que debemos elegir bien. Tenemos la oportunidad para actuar unidos y votar por aquellas personas que tengan procesos colectivos y profesionales de desarrollo real para los problemas locales existentes. 

Yo veo una Cúcuta con sed de justicia y grandeza, doy gracias a todas las personas que construyen ciudad y les deseo para este 2019, que juntos hagamos historia.

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