Para el año 1832 el caserío de Puerto Nacional constaba “de unas 25 chozas diseminadas sin orden…”, como lo describe el exconstituyente José María Samper en su obra Viaje de un colombiano en Europa, y es el mismo constitucionalista Samper quien ubica a Puerto Nacional como uno de “los pueblos de Ocaña”, lo cual es una anotación importante para ubicarlo en la entonces división política de Colombia. Para el año 1849, cuando por ley 64 de mayo 29 de ese año se creó la provincia de Ocaña, Puerto Nacional fue incluido como uno de sus distritos integrantes.
Para muchos investigadores el caserío ya no existe y otros dicen que es el mismo puerto de Gamarra u otro llamado Puerto Viejo. En fin, allá, en el caserío Puerto Nacional, entonces de Ocaña, nació el 3 de febrero de 1832 el general Guillermo Quintero Calderón y por ello es incluido como expresidente nortesantandereano.
No se trata ahora de revisar la trayectoria vital del general Quintero Calderón como abogado y guerrero, menos en tan poco espacio, sino de evocar al coterráneo que donde se radicó dejó obras de progreso. Quien desee ahondar en el tema puede consultar los “Apuntes para la biografía del general Guillermo Quintero Calderón”, de Luis A. Sánchez Rizo; en “Los constituyentes de 1886”, publicación del Banco de la República; el libro “Quintero Calderón. Presidente y Guerrero”, de Euclides Jaime González. y, finalmente, “El héroe de la Humareda”, de Jorge Meléndez Sánchez. En este último texto, independientemente de la revisión minuciosa de la trayectoria política del general Quintero Calderón, el autor se adentra en la vida íntima o personal del biografiado y nos ofrece una serie de detalles gustosos, de esos que hacen las delicias en tertulias, como su afición a la pintura, la música y el baile.
El municipio de Convención, donde el general se radicó varios años en su hacienda Cataluña y donde fue alcalde y juez, es mucho lo que le debe en obras de progreso y embellecimiento que aún perduran. De allá salió en julio de 1876 cuando se involucró en la guerra conservadora contra el presidente radical Aquileo Parra.
Escribo estas líneas para recordar que el próximo jueves se cumple el centenario de la muerte del general Guillermo Quintero Calderón, quien falleció en Bogotá el 14 de febrero de 1919. Su tumba se encuentra en el cementerio Central, de Bogotá, justo al lado de la de Miguel Antonio Caro.
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Felicito al joven profesional cucuteño Francisco Leandro Niño Contreras, quien se encuentra inscrito en la Carrera diplomática y Consular colombiana, y por lo mismo el pasado viernes el Gobierno nacional lo trasladó temporalmente a la ciudad de Abu Dabi “con el fin de encargarse de los asuntos de la Embajada de Colombia en Emiratos Árabes, …”. El doctor Niño Contreras es abogado de la Universidad de los Andes y se preparó en la hoy llamada Academia Diplomática “Augusto Ramírez Ocampo”, del Ministerio de Relaciones Exteriores.
