La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile

Una reforma judicial más

Lo más seguro es que termine en una falacia para que los colombianos sigan viviendo en la horrible noche del desamparo.

Este es un país que vive de reforma en reforma pero nada reforma. Cómo dice el conde de Lampedusa cambiar para que todo siga igual. En Colombia los grandes reformadores fueron Bolívar, Santander, Núñez, y López Pumarejo. Ahí pare de contar. Un país ahogado en millones de leyes, acuerdos, ordenanzas, decretos, reformas constitucionales, que terminan en nada. Dejan extenuado al puebloen medio del estrés que producen las discusiones bizantinas. Por esto no se cree mucho en la reforma a la justicia que comienza a alborotar las graderías. En los últimos años gobierno que se  respete intenta una para meterla en el haber de sus realizaciones. Se recurre a los juristas de moda, a los que están a su servicio. Comienza el debate que es un salto al vacío. A esto se agregan los debates de los científicos que se llaman parlamentarios y la cháchara en los medios hablados y escritos para que el despelote sea total. Al final el fracaso. Los dueños del poder se quedan con los crespos hechos.  La justicia que viene mal desde los tiempos de la Real

Audiencia seguirá causando estragos a una nación que reclama el trato que se merece. El trato que da la verdadera democracia. 
Los que de una u otra manera vienen caminando por los estrados judiciales viven los mamotretos que consagran la incapacidad del aparato judicial.  Así se ve entonces, edificios donde duerme la injusticia. Allí todo se queda en los llamados  proveídos o decisiones   que no resuelven.  Se fracasa. Entonces vuelve y juega.  Otra reforma que tendrá el mismo resultado. El país sigue igual y los que concurren a los edificios de la justicia solo encuentran que para ellos las puertas están cerradas. Su espera termina en la frustración. Son los personajes de Kafka que desfilan en El Proceso insólito que todo es una aberración. Al final dirán que  se les trató como a un perro. 

Ojala la reforma que se pretende ahora no vaya por los mismos caminos. Cosa difícil. Cada cual quiere dar su opinión, defender sus intereses, manejar su poder para concluir que la reforma irá a los anaqueles donde reposan los deseos fallidos y la impunidad para las casas del poder. Apenas empieza el debate. Las damas que sustentan la posición del gobierno hacen esfuerzos para decir que llego la panacea. Pero en el andar lo más seguro es que termine en una falacia para que los colombianos sigan viviendo en la horrible noche del desamparo.Querrán que al concurrir a la justicia la encontraran pronta y cumplida o seguirá siendo la misma justicia que viene caminando con distintos ropajes desde los tiempos de la Real Audiencia. De aquella que se ha pretendido imponer haciendo ver que los grandes reformadores aparecen allí.  El tiempo dirá si esto no fue así y el espíritu de las leyes entró a los palacios de los jueces, de las cortes,  y de las fiscalías.

Sábado, 22 de Septiembre de 2018
Premium-home
Patrocinado por:
Logo Empresas
Temas del Día