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Vuelve el tren
Colombia ha tenido la mala suerte de que a los altos cargos han llegado personas que piensan más en sus intereses.
Sábado, 28 de Diciembre de 2019

Con el interés que tenemos los que recordamos con cariño las épocas pasadas, leí noticia que me llegó a lo más profundo del corazón: se está estudiando la resurrección del tren, el sistema de transporte que hizo grande a los Estados Unidos y trajo el progreso a Colombia. 

El sistema férreo fue construido en Colombia con el dinero que Estados Unidos nos pagó por “el robo” de Panamá, conectó al centro del país con la Costa Atlántica, Tolima, Huila, Santander, Boyacá y llevó el progreso a muchas regiones. 

Colombia ha tenido la mala suerte de que a los altos cargos han llegado personas que piensan más en sus intereses que en el progreso del país. 

Por ello, los ferrocarriles, que eran empresa de mostrar, a la cual aportó su inteligencia y su amor por el país mi ilustre abuelo, el capitán José María Pérez Varela, desaparecieron el día en que cayeron en las manos de sujeto, cuyo nombre no recuerdo, que ordenó su desaparición para dar lugar a la construcción de carreteras utilizadas por camiones que enriquecieron a sus propietarios  al convertirse en monopolio del transporte.

Solo quedó un tren: el que iba al norte de Bogotá con estudiantes y viajeros ocasionales, algunos extranjeros. 

Yo fui de Girardot a Bogotá en jornada que duraba siete horas e inclusive recorría varios kilómetros en reversa. 

Pero las diferentes vías, por presión de camioneros, fueron desapareciendo hasta que vagones y locomotoras se convirtieron en chatarra. 

Muchos fueron a adornar fincas de mafiosos, que se robaron hasta la emblemática número uno, que estaba a la entrada de la estación de la Sabana.

El tren, que hubiera servido para transportar toda clase de mercancías, hasta máquinas de bomberos y transmilenios, murió. 

Lograron su propósito quienes querían su desaparición. Creí que nunca resucitaría, pero ahora se anuncia que firmas chinas, como la que planea construir un ferrocarril que irá desde Londres hasta Washington, atravesando tres continentes, proyectan resucitar el tren colombiano. Que irá, según se dice, hacia Zipaquirá y Soacha, convertidas en ciudades dormitorios. También habría uno en Barranquilla, otro de allí a  Cartagena, Santa Marta, Antioquia y la Guajira. El proyecto incluye a Cali, que tendría tren a Palmira, Jamundí, Yumbo y Candelaria. Se resucitaría el que llevaba turistas de Bogotá al Caribe y habría uno de La Dorada a Santa Marta. 

La red de tren tiene un valor de varios billones de pesos y ya está en estudio. Hay detalles, pero tal vez pronto los colombianos podrán viajar en trenes chinos, que están apoderándose del mundo, a pesar del pataleo de la derecha, de Uribe, de Trump y de los que le tiene miedo al socialismo. Es inevitable que los chinos sigan invirtiendo en América Latina y lleguen al primer lugar en pocos años. GPT  

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