El régimen de Nicolás Maduro está herido por la extradición de Alex Saab a Estados Unidos y la posible extradición de Hugo Carvajal. Saben no solo de la corrupción “socialista” de Venezuela, sino de las relaciones non-sanctas con otros regímenes no democráticos como Irán, Rusia y China y eso hace al regimen chavista una fiera peligrosa. La gran duda es cómo esto afectará a Colombia.
De los actores regionales, Colombia sería el más afectado por cercanía geográfica, y hoy, por diferencias ideológicas. Los actores internacionales pro-Venezuela son todos contrapartes de los Estados Unidos. Para China, Irán y Rusia, Venezuela significa estar en el patio trasero de su rival gringo.
Hoy gobierna en Estados Unidos un “progresismo” demócrata que hace a ese país poco confiable en acuerdos de defensa como ya se vio en Afganistán. En lo militar, que da una visión de lo político, de America de Sur se encarga el Comando Sur, el más pequeño de los siete comandos globales gringos, y del Caribe, la cuarta flota naval, también la más pobre de las 9 flotas mundiales estadounidenses. Y esta indiferencia, con la administración actual tiende a empeorar creando serias dudas de si el estado gringo entiende el riesgo Venezuela.
Colombia hoy es el principal aliado gringo contra Venezuela, pero la posición de aquellos suena tibia, al menos en apariencia. Por otra parte, hoy el poder judicial colombiano es un sector politizado y abiertamente izquierdista.
Un primer escenario se daría ante la comprobación que Venezuela ha instalado misiles iraníes apuntando a Estados Unidos y Colombia. La reacción militar gringa debería darse inmediatamente y su intensidad dependería del tipo de misiles y su riesgo asociado. Es el peor escenario, el de la confrontación armada.
El segundo escenario de tensión sería que Petro quedara presidente de Colombia uniéndose a la alianza del socialismo del siglo XXI. Lo que sabe Alex Saab de varios colombianos y del proceso Santos-farc podría cambiar la balanza de probabilidades de esa elección. Una vez más soltar esa información depende de cómo la administración Biden vea el riesgo Venezuela y lo que significaría la caída de Colombia en el ALBA. Surgirían dos subescenarios Petro: uno, que los gringos no hagan nada y esperen a ver si gana y cómo se comporta, y dos, que busquen impedir la llegada del socialismo en Colombia.
La invasión de China a Taiwán sería el tercer escenario crítico. Es posible que Estados Unidos opté por las “sanciones” más que por una defensa militar de Taiwán. En cualquier caso, esa acción incendiará el Pacífico Sur, pues la reacción tibia gringa no implica que los países rivales y vecinos asiáticos de China reaccionen de igual manera, con el consiguiente desplome de la posición mundial de Estados Unidos. Si por el contrario, Estados Unidos cumple su promesa a Taiwán, ahí es donde China activaría también el escenario militar en el Caribe desde Venezuela obligando a los gringos a un conflicto en dos frentes, efectos típicos del uso creciente de la política de apaciguamiento.
El escenario-conflicto final es que Saab se explaye y Maduro buscando aliviar la presión buscara generar un conflicto armado regional con Colombia que desvíe la atención del ventilador, apoyándose en las quintas columnas (o Primera Fila) que ya tiene Venezuela en Colombia.
Dos cosas podemos concluir de este análisis de escenarios: todos dependen del papel que juegue Estados Unidos. Una cosa son los eventos con una política estadounidense apaciguadora, y otra, si actúa como lo ha hecho históricamente en la contención de las aventuras autocráticas mundiales. La otra conclusión es que Colombia, tiene su destino pegado al de Venezuela y que debería tener su propio plan de defensa sin depender de un tercero que puede que no actúe.
Hoy Colombia está en alto riesgo interno y externo y parece que tampoco lo entiende. Las próximas elecciones son tan cruciales que la izquierda mundial estará “apoyando” la izquierda colombiana en la búsqueda del poder.
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