Pasado mañana 7 de noviembre se cumplen 60 días de la cuarta declaración de la Emergencia Económica, Social y Ecológica que cobijó a los departamentos de La Guajira, Arauca, Boyacá, Vichada, Guainía y Norte de Santander, pero con el nombre propio de Cúcuta y que sumados no podrán exceder de 90 en el año calendario.
Esta cuarta declaración de Emergencia es hueca, como una matrioska rusa. ¿Recuerdan? La matrioska es un conjunto artesanal de muñecas tradicionales rusas, cuya característica es que son huecas e idénticas, contenidas una en otra de mayor a menor, pueden ir de cinco a veinte, según la tradición.
En otros términos. Nosotros llevamos ya cuatro muñecas: dos emergencias de Uribe Vélez y dos de Santos Calderón, igualitas cada una y cada vez más pequeñas en razón del conformismo regional por lo “mínimo”. Como ven, nuestro futuro es deprimente, si como en la tradición rusa, debemos esperar hasta la número veinte.
Hace un mes le advertimos al gobernador del vencimiento de estos términos, pero él andaba como Sabas Pretelt, distraído en la reelección de su benefactor, sin avizorar su condena. Dios lo guarde. Y que guarde a los ilusos del sector privado. Y que los ilumine pues faltan solo 30 días para que culmine la prórroga del Artículo 215 de la Constitución, sin que hayan elaborado o “craneado” un solo decreto para que el presidente nos de soluciones estructurales y no coyunturales de matrioska.
Recuerden: Los estados de excepción constituyen, como ya lo expresó la Corte, el “último recurso” al cual se puede acudir, con miras a conjurar una situación de crisis”. Incluso los de la oposición, debíamos preparar algo. Por ejemplo:
• Que el Comité Pro-Cìnera, elaborara el documento de modificación del CONPES 3798 y lo ajustara a derecho, contemplando los mandatos constitucionales de los Arts.: 65 para proteger los parceleros del Distrito de Riego, 365, sobre regulación, control y vigilancia de los servicios públicos en especial sus costos, el 367 que determina las competencias de la prestación y las radica en cabeza de los municipios y no de los Departamentos y les restriega a los “adictos al moto bombeo” que tengan en cuenta los criterios de costos, los de solidaridad y redistribución de ingresos” y que debe priorizar: las características técnicas y económicas del servicio” y se consulte a la comunidad cucuteña, como ordena la ley ambiental.
• En otros términos que es menos gravoso para el pueblo entregar agua por gravedad que impulsándola con la costosísima energía eléctrica de la EPM.
• Que el municipio de Cúcuta, por intermedio de su nuevo representante legal, el señor alcalde César Omar Rojas Ayala, recién elegido, haga valer las plantas de tratamiento de agua potable de El Pórtico y Carmen de Tonchalá y todo el catastro de redes, que como venas y arterias lleva agua hasta las barriadas de invasión como propiedad del municipio y que es el ahorro social de 70 años de Cúcuta y no se lo va dejar arrebatar del señor gobernador y su empresa pirata, que ya está demandada.
Adenda: Lo ideal es que el nuevo director de Corponor no tenga asuntos penales pendientes ante la sala penal de la Corte Suprema de Justicia como algunos exgobernadores delegados o encargados. ¡Que lo averigüe Vargas! Como decía Isabel la Católica.
