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La movilidad en Cúcuta
Necesitamos a los agentes de tránsito, dirigiéndolo sobre todo en las horas pico de mayor congestión, que abarquen de 10 a 15 puntos neurálgicos para que la movilidad fluya y nada influya, como dijera el filósofo Heráclito.
Viernes, 4 de Marzo de 2022

La movilidad vehicular en la ciudad a pesar de que se mantiene el pico y placa vigente, cada día, en la medida en que se normaliza el regreso a la presencialidad de miles y miles de empleados, vemos permanentemente unos atascos impresionantes, en especial en las horas pico. Sumado a esto, con la implementación en las principales vías de corredores (Ciclovía) para la circulación de bicicletas que acortaron la calzada de tres carriles a dos, la situación en muy poco tiempo se tornará insoportable para los conductores de vehículos automotores. 

La administración municipal en cabeza del ingeniero Yáñez, prorrogó hasta el 15 de mayo el convenio con la Policía de Tránsito, que entre otras cosas tiene como función la regulación del tránsito automotor en las calles de la ciudad, pero en realidad, esto es a lo que menos se dedican los motorizados del tránsito.

Los señores de la Policía, se ocupan, como negocio, para ellos y residualmente para el organismo de tránsito, a generar ingresos persiguiendo exclusivamente a los conductores de carros y motocicletas en los alrededores de la ciudad con la instalación de retenes ilegales y que, por la más leve infracción, caigan en sus garras.

Rememoramos, otrora, aquellos agentes, que parados en un pedestal (Base) dirigían con eficiencia el tránsito, evitando los trancones por los cuales transitan los motorizados del tránsito, pasan como si nada, sin inmutarse en medio de los mismos, solo observando qué vehículos tienen las llantas lisas, u vehículos con vidrios polarizados, o motorizados sin chaleco de identificación, o que los miren feo, para enchufarles el comparendo.

Necesitamos a los agentes de tránsito, dirigiéndolo sobre todo en las horas pico de mayor congestión, que abarquen de 10 a 15 puntos neurálgicos para que la movilidad fluya y nada influya, como dijera el filósofo Heráclito.

Y como la ciudad de Cúcuta se ha caracterizado por copiar los malos ejemplos de otras regiones, ojalá no vaya a extender el pico y placa a más dígitos, como sucede en Bogotá y Medellín, exceptuando a los vehículos con restricción si pagan unas cuantiosas sumas de dinero para que puedan circular libremente, como si esta medida alcabalera resolviera el problema de la congestión.

Se impone ahora sí señor alcalde, si quiere que el pueblo le reconozca algo de su gestión para la posteridad, inicie con seriedad la implementación del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP), sin temor a la presión que las empresas de transporte hagan para que nuevamente aborte está iniciativa.

Dejemos de ser pueblo, comportémonos como una gran ciudad, sin carcachas viejas contaminando el ambiente y congestionando el tráfico.

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