Cuando conmemoramos el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, como Defensor del Pueblo pido a la sociedad que trabajemos juntos para continuar visibilizando todas las formas de violencia contra las mujeres.
¡No más violencias invisibles!
Exalto esta fecha y conmemoración en el entendido que es el resultado de las luchas de las mujeres, y de las organizaciones de mujeres, para visibilizar los diferentes hechos de violencia que les afectan.
La Asamblea General de Naciones Unidas adoptó en el año 2000 la Resolución 54/166, invitando a gobiernos, organizaciones internacionales y a ONG a tomar manos en el asunto y coordinar actividades todos los años sobre esta fecha para que eleven la conciencia pública sobre la violencia contra la mujer.
Y por ello, la Defensoría del Pueblo ha acogido los importantes conceptos de las Naciones Unidas que establecen que la violencia contra las mujeres es “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pue-da tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”.
Además, las duplas de género de la Defensoría del Pueblo han atendido a nivel nacional, desde el año 2018 hasta el 30 de septiembre de 2021, 17.949 casos de violencias basadas en género contra mujeres y personas con orientación sexual e identidad de género diversas.
En estos, se evidenciaron 28.142 tipos de violencias de las reconocidas en la Ley 1257 de 2008 y de estos, 10.702 corresponden a violencia psicológica, 6.991 a atenciones por violencia física, 4.315 a violencia económica, 3.246 a violencia sexual y 2.888 casos a violencia patrimonial. Es importante señalar que una sola persona suele ser víctima de diferentes tipos de violencia.
De esta manera, en los últimos cuatro años la violencia psicológica se ha mantenido como la expresión de violencia concebida en la Ley 1257 que se presenta con mayor frecuencia, seguida por las violencias física, económica, sexual y, por último, la patrimonial.
Lo más grave es que se evidencia un aumento porcentual en todos los tipos de violencia con un aumento exponencial en el 2020. Esto es congruente con la crisis social provocada por la emergencia sanitaria a causa de la pandemia por el virus COVID -19, la cual visibilizó y profundizó las barreras que enfrentan las mujeres para acceder a sus derechos y a una vida libre de violencias, visibilizando cómo para las mujeres el lugar más inseguro es su propio hogar.
A pesar de estos graves datos, la violencia contra las mujeres en muchos casos es invisibilizada, y se perpetúa en función de estereotipos de género y en entornos públicos y privados que no ofrecen garantías para que las mujeres pue-dan ejercer sus derechos plenamente.
¡No más silencio! Reitero mi llamado y mi compromiso, porque esta es una causa en la que contarán siempre con la Defensoría del Pueblo.
