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Pertinencia académica (2)

Las Universidades o se adaptan al entorno, a lo que se necesita o perecen.

No tienen por qué sentirse los representantes del Señor Presidente de la Republica, ni los del Ministerio de Educación en los Consejos Superiores de las Universidades Públicas, ni los miembros de los Consejos Directivos de las Universidades Privadas, por mis observaciones de la columna anterior.

Ratifico que al menos, ellos, son indiferentes con lo que ocurre en cada una de las muy disimiles regiones colombianas. Somos en cada región tan distintos. Y hay algunas tan especiales, que la misma Constitución Política les resaltó esas peculiaridades. Las Departamentos Fronterizas como el nuestro y sus ciudades Cúcuta, Pamplona y Ocaña tienen un entorno especial y sus Instituciones de Educación Superior deben asimilar y adaptarse a esas peculiares vivencias económicas, políticas, religiosas, costumbres, fortalezas y debilidades para vivir y subsistir, para hacer su historia.

Lo anterior es un ejercicio perenne de pertinencia. Es que con la globalización se formaron nuevos espacios y muy grandes con las características de las anteriores vivencias y los nuevos impactos. La velocidad de los cambios vino pareja a la de las comunicaciones, a la mayor información, y el conocimiento que es de la esencia de las universidades y trajo desafíos casi que inganables. 

Así que las respuestas a esas necesidades son ejercicios de Pertinencia, con muchos procesos de cambio cotidiano, para entregar soluciones a la gente, a todas las gentes sin distingos. Por ello las Universidades o se adaptan al entorno, a lo que se necesita o perecen. El 1998 la Organización de las Naciones Unidas para la ciencia y la cultura (Unesco) dijo que esa adaptación de las universidades implicaba su transformación. 

Pero, además, transformación con calidad, para lograr eficiencia y eficacia en la gestión de recursos y en administrarlos, para una especie humana que crece en progresión geométrica y ellos, aritméticamente.

El reproche que se me hace es cierto parcialmente, como me encaró un par académico, esos que llamé de estirpe sideral y se molestó. Y tiene razón, porque efectivamente como me lo expresó, yo no manejo todas las disciplinas, solo las jurídicas y algunas de administración pública y privada y los controles. 

Pero ellas me dejan saber que la municipalidad anda en el aire y la causa, es que la dirigencia que formamos no conoce el entorno, no sabe como procesar el cambio institucional, o completarlo, o reformarlo. Es más, se emprende la intención del cambio con herramientas equivocadas o desuetas. Por ello el Tránsito municipal está en el aire, suspendido de un hilo tan débil como un algodón al viento. O el Comité de Conciliación tan inútil e inocente, que con la mayor buena fe, sigue siendo sustento de justificación de grandes detrimentos del patrimonio municipal. O los grandes contratos y concesiones, firmados cuando se han vencido las autorizaciones. O La inexistencia total del control social por falta de implementación.

Sí. No hay correspondencia entre la gestión de nuestros profesionales y sus frutos, porque no les damos formación disciplinaria, para un rediseño institucional integral adaptado e nuestras vivencias del día a día, a las necesidades sociales, a las del sector productivo y las ventajas comparativas que tenemos. 

Adenda: Al oído de la doctora Elcy Patricia Peñaloza Leal del MEN: los representantes del Gobierno central, deben ser designados con criterios ajenos a la politiquería.  

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Jueves, 25 de Agosto de 2022
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