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¿Petro va a ganar?
Hoy se podría decir que el próximo gobierno será presidido por Petro como consecuencia de lo siguiente...
Domingo, 14 de Noviembre de 2021

Las últimas encuestas indican que Gustavo Petro no tiene rival para su triunfo en las elecciones presidenciales de 2022. Y no es de extrañar. La mayoría de los otros aspirantes se presentan como candidatos independientes en busca de firmas para inscribirse ante la Registraduría, mientras el líder de la Colombia Humana ya tiene ese camino recorrido y está en plena campaña.

Por tanto, hoy se podría decir que el próximo gobierno será presidido por Petro como consecuencia de lo siguiente: En primer lugar, el desencanto hacia la política y la desconfianza en las instituciones del país por parte de la ciudadanía, causadas por la sistemática acción soterrada de fuerzas políticas extremas, y por el desprestigio que aquellas se han ganado con sus errores, todo atizado por los medios de comunicación en su afán por ganar audiencia.

Esas mismas acciones lograron neutralizar al ex - presidente Álvaro Uribe, cabeza de una gran corriente de opinión contraria a la del candidato puntero. El ex – mandatario, por primera vez, expresó que estaba abatido por los injustos juicios que afronta, y que no actuará más en política.

En medio de este desconcierto, el discurso populista de Petro ha generado gran atractivo en los colombianos más necesitados. Cómo no va a ser halagador imprimir billetes para repartirlos entre la gente; expropiar la hacienda de Uribe Vélez para entregarla a los pobres; reducir los cánones de arrendamiento, salvar el medio ambiente etc. etc.

Petro no tiene necesidad de explicar cómo logrará convertir a Colombia en su paraíso porque ya sabemos cómo gobierna: Cuando fue Alcalde de Bogotá sumió a la ciudad en el peor caos financiero; las basuras se apoderaron de las calles; no se arreglaron las vías; no construyó los colegios que anunció ni hizo los parques que prometió; no hizo nada por el Metro que fue su principal bandera electoral y, por el contrario, dejó al transporte público en la ruina.

Lo que sí hizo fue modificar el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) para que constructores ricachones levantaran edificios de muchos pisos; gastó millones de pesos en crear muchísimos empleos improductivos, hacerse propaganda y esquivar la ley con total desprecio por su majestad. 

Como ejemplo de su oscuro manejo en la contratación, al salir de la alcaldía fue pillado cuando recibía en bolsas de basura, a escondidas, una misteriosa suma de dinero proveniente de uno de sus contratistas. Es probable que otros no tuvieron la precaución de filmar entregas similares.

A Petro no se le debería descalificar por haber militado en la inhumana guerrilla del M19; ni inhabilitar por ser vocero del Socialismo del Siglo XXI que arruinó a Venezuela; ni por divulgar con cinismo un irresponsable discurso populista con el que quiere apoderarse del gobierno para perpetuarse como Hugo Chávez, Daniel Ortega o los Kitchner.

Lo que debe examinarse con atención es su conducta cuando atrapa el gobierno, porque es un deshonesto en la administración del presupuesto; es autoritario, arbitrario y no acata las leyes; es un desvergonzado mentiroso, y hace menos por los pobres que por los ricos. De todas maneras, los pueblos merecen los gobiernos que eligen y estamos ad portas de decidir lo que queremos de Colombia.

ramirezperez2000@yahoo.com.mx

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