Amables lectores: Para un buen número de ciudadanos, aunque conocen el término devaluación, se mantienen según ellos ajenos a él porque esa palabra solo afecta a los ricos. Manifiestan que ese vocablo golpea solo a los de mayores recursos o aquellos que tienen que ver directamente con la economía externa. El significado de este término es: “la pérdida nominal del valor de una moneda con respecto a otra.” El peso colombiano ha perdido valor con respecto al dólar o en otras palabras, el dólar ha ganado valor con respecto al peso.
La gente del común con mucha frecuencia, se hacen reflexiones como “si” yo gano pesos y gasto en pesos, a mi poco me importa si el dólar llega a 8000 o 10.000 pesos y por lo tanto el indicador de la tasa de cambio solo debe preocupar a los ricos. Resumen su equivocado análisis con pensamientos como que únicamente los que deben viajar al exterior o los endeudados en moneda extranjera, serían los que se verían perjudicados por la debilidad de la moneda nacional. Concluyen que la mayoría de la población, no debería preocuparse por lo que pasa en el exclusivo mercado cambiario.
Qué lamentable es que desconozcamos el impacto de la devaluación sobre el bolsillo de los colombianos. En nuestro país todos los ciudadanos nos empobrecemos cuando el peso pierde valor. El ejemplo más sencillo y fácil de entender es el costo de los bienes importados. En los primeros ocho meses del año el país había importado 52.655 millones de dólares, con un crecimiento superior al 40% de lo importado en los mismos meses del 2021. Los principales productos imputados fueron derivados del petróleo, vehículos, hierro, acero, productos químicos y farmacéuticos, cereales, maquinaría eléctrica y fertilizantes. La devaluación se traduce en un mayor costo de estos importados que golpea por igual a ricos y pobres, cuando sea necesaria su adquisición.
Para todos los colombianos impacta la devaluación, en el mayor valor que adquiere la deuda externa. Los compromisos colombianos, según Miguel Gómez en moneda extranjera alcanza la suma de 177 mil millones de dólares, lo que equivale con un dólar a 5.000 pesos a la suma de 880 billones de pesos, lo que muestra que la deuda externa que afecta a todos los colombianos aumentó en los últimos tres meses la impresionante suma de 150 billones de pesos cuando el dólar estaba a 4.120 pesos. Los impuestos pagados por ricos y pobres, se
utilizarán para amortizar esta deuda. Con este pago adicional que debe hacer el estado a su pasivo en moneda extranjera golpeará con mayor rigor a los más necesitados pues disminuirán los recursos para programas sociales y apoyos a los más necesitados.
Afirma con toda la razón el columnista Gómez Martínez que la devaluación debería estar incluida entre los indicadores de pobreza como nivel de analfabetismo, personas sin acceso a servicios de agua potable y de energía eléctrica. No olvidemos que más devaluaciones es más pobreza para todos.
