La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile

Una fiesta es una fiesta

Quiere ser un alcalde popular tirando a la calle unas carrozas.

En Cúcuta estamos acostumbrados a tener alcaldes malos, a veces, para salir de la monotonía, llega un sinvergüenza, pero siempre, como si fuera una maldición, en Cúcuta todo alcalde es peor que el anterior. A veces nos toca soportar figuras despreciables que solo ven en la administración pública el mejor renglón para enriquecerse. Hemos tenido alcaldes investigados, sancionados, condenados: gentuza que sonríe en campaña y  una vez elegidos, escupen sobre la ciudad sus propias miserias. 

César Rojas, por ejemplo, piensa que Cúcuta es una finca, y en épocas de ferias la convierte en lo que siempre ha soñado: un potrero lleno de caballos, aguardiente y espectáculos de bajo nivel donde muchos exhiben la cultura del traquetismo que llevan dentro.

Quiere ser un alcalde popular tirando a la calle unas carrozas, instalando unas tarimas, cerrando unas calles, declarando un día cívico. ¡Y, no!, señor alcalde. Cúcuta no se merece el despilfarro de los 1. 500 millones de pesos que cuesta la feria. Cúcuta no se merece la inyección de heroína que constituye unas ferias que solo buscan distraer, embotar, idiotizar a una ciudad que se desbarata desde sus propios escombros por múltiples y complejos problemas que su administración no ha sabido resolver. Le preguntó estos días un periodista por la internación de vehículos, y el alcalde responde:

- Eso dejémoslo para después porque estamos en ferias

Y mientras estamos en ferias siguen los atracos, los peculados, los asesinatos, las violaciones a los derechos fundamentales, el raponeo callejero, el asalto a joyerías y almacenes. Están matando a la gente y el alcalde de rumba: desde el mundial de Rusia hasta las ferias de Cúcuta. 

Dice Catalina Maldonado, en su muro de Facebook, refiriéndose a las ferias de Cúcuta: 

“La rumba es chévere, pero alrededor de ella es necesario que surjan otros elementos mucho más importantes y esos deben planificarse durante todo un año y en ese proceso también involucrar a los artistas, a los gremios económicos, al sector hotelero. ¡Que se generen ingresos para toda la comunidad, desde antes de los tres días de rumba! ¡Que nos vendamos bonito y con tiempo, carajo! ¿Dónde están los inmigrantes y los artistas que no son tenidos en cuenta? ¿Dónde está el folclor regional? ¿Dónde está nuestra gastronomía? ¿Dónde está la gestión del Secretario de Cultura Municipal ante el Ministerio de Cultura?”

Mil quinientos millones de pesos tirados por la ventana. La secretaría de Cultura nunca tiene dinero para apoyar actividades culturales como cine clubes, grupos de teatro, danza, ballet, recitales de poesía, publicaciones, centros culturales como Casa Teatro, artistas independientes. La Fiesta del libro de Cúcuta recibe migajas. 

Lo que sucede es que con estos eventos culturales es muy difícil que la alcaldía haga negocios. En cambio, con las ferias de Cúcuta (y con el presupuesto destinado) la fiesta es una fiesta.  

Viernes, 20 de Julio de 2018
Premium-home
Patrocinado por:
Logo Empresas
Temas del Día