Los taxistas esperan ingresar a la universidad o al Sena.
A Edinson Yair Ortiz Rodríguez, taxista desde hace 20 años, siempre le rondo en la cabeza la idea de ser abogado y poder apoyar a su gremio en las dificultades jurídicas que a diario surgen. Hoy, su meta está mucho más cerca, pues ayer recibió su título de bachiller.
El hombre, de 43 años, se graduó con otros 15 taxistas de Cúcuta y el área metropolitana, en una ceremonia en la que les entregaron el título de bachiller a 348 personas de diferentes lugares, e incluso retornados. Para los conductores fue difícil, porque les tocaba bajarse del carro y, sin descansar, sentarse a resolver las guías, de cada asignatura.
Las cuales recibían quincenalmente en las instalaciones de la Institución Educativa Corporación Integral de Innovación Social (Innovar), ubicadas en Villa del Rosario, y las entregaban resueltas, cuando iban por el otro paquete de guías.
Su historia como estudiantes inició en febrero pasado, cuando la Fundación Mano a Mano con mi Hermano (Fundahermano) y el Área Metropolitana de Cúcuta (AMC), apoyaron a los taxistas a terminar su bachillerato y formarse como técnicos, tecnólogos y profesionales universitarios.
Ellos sabían de la importancia del ‘cartón de bachiller’, por lo que se aventuraron a terminar el año escolar y seguir en su sueño de, no solamente dedicarse a conducir, sino de estudiar, pero por diferentes circunstancias no lograron.
La oportunidad no se presentaría dos veces, por lo que iniciaron. En medio del estudio, descubrieron sus asignaturas favoritas. “Mis materias favoritas son Matemáticas, Química y Sociales, aunque todas me parecieron interesantes. Quiero ser abogado para ayudar al gremio, si llega alguien, mostrarle las leyes, porque uno sabe”, comentó Yair, quien espera presentar las pruebas Icfes y entrar a la universidad.
Por casualidad
La idea de que los taxistas estudiaran, se dio cuando Meily Páez, fundadora y secretaria de Funhermano, se montó en el taxi que manejaba Juan Carlos Bastos, directivo del sindicato de taxistas de Cúcuta. Él le comentó sobre lo bueno que sería que los choferes pudieran terminar su bachillerato.
Tras varias gestiones con el AMC, se logró que el grupo de taxistas iniciara en febrero su año académico. La inspiración era mejorar sus oportunidades laborales. Y, además, profesionalizar su atención a los usuarios.
Páez comentó que con los taxistas se trabajó en procesos, como la atención al usuario, formas en las que se puede prestar un mejor servicio a diario y demostrar que son capaces de lo que se propongan.
“La urbanidad de Carreño, deberes, derechos, presentación personal. Se le hizo énfasis en como quisieran ellos, como usuarios, que los trataran”, aseguró Meily Páez, quien explicó que hubo representación de las empresas de taxis de Cúcuta.
A los conductores les regalaron becas en tres técnicos: auxiliar administrativo, trabajo social, comunitario y contabilidad, con los que esperan aprender y mejorar su calidad de vida.