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Bogotá, un barrio de gente cálida y unida por las obras
Este sector de la Comuna 3 lleva 16 años sin que sus vías reciban mantenimiento; por el tránsito de carga pesada, algunas están a punto de regresar a herradura.
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Ronaldo Medina
Ronaldo Medina
Miércoles, 5 de Mayo de 2021

En el año 1975, un pequeño grupo de vecinos, compuesto por nada más que tres personas, asentadas más allá de la parte alta del barrio San Mateo desde cuatro años antes, iniciaron una limpieza gradual de la zona boscosa a su alrededor.

En los siguientes 10 años, pasaron de tener solo ocho viviendas a obtener la personería jurídica que les otorgó el nombre de barrio Bogotá, gracias a su nueva extensión y concentración de habitantes.

De ahí en adelante, comentaron los cronistas orales, se mantuvieron en crecimiento, pero siempre sin obras que los dotaran de espacios comunes propios. Fue hasta la administración del exalcalde Manuel Guillermo Mora, entre los años 2001 y 2003, que al fin los vecinos vieron acunar alguna iniciativa de la Alcaldía en su comunidad.

El colector de aguas lluvias fue lo primero. Luego, entre 2004 y 2007, consiguieron el único parque del barrio, pero fue hasta hace pocos años que los dotaron con máquinas biosaludables. También poseen una cancha de microfútbol que algún día esperan que sea entechada y su suelo se adecúe. 

Por otro lado, no poseen colegios ni puesto de salud, sino que deben desplazarse hacia la parte alta de San Mateo.

Pero fuera de esto, quienes viven en Bogotá se consideran gente humilde y trabadora, que suele encontrar inspiración en el majestuoso panorama urbano de Cúcuta que se alza sobre ellos y les lleva frescas corrientes de aire.

Este es el panorama  urbano que se lanza día a día sobre el barrio.

 

Unidos por la Parroquia

Una de las obras que más ha despertado el sentir comunitario es la de la construcción de la futura Parroquia El Señor de la Buena Esperanza. Atribuyen al sacerdote actual como quien ‘ha metido la ficha’ junto a su comité de trabajo para hacer de la parroquia en construcción, el próximo emblema de los habitantes del barrio Bogotá.

De acuerdo con Giovanny Sajonero, presidente de la Junta de Acción Comunal, el terreno donde funciona la capilla actual fue prestado por el difunto Luis Sánchez, quien cedió el lote temporalmente para ofrecer allí servicios religiosos hasta que el templo fuera una realidad.

“Aquí hacemos sancochos, pechugitas asadas, mute y hayacas para levantar poco a poco nuestra parroquia”, agregó el líder comunal.

La obra lleva 3 años en marcha y ya sus bases están cimentadas. Para fin de año esperan tener el techo y echar pisos en hormigón.

Todos se conocen

En Bogotá, desde hace tiempo que los vecinos que habitan son los mismos, frecuentan los mismos lugares y conocen a las mismas personas. Se consideran un territorio de paz y tranquilidad, sin mayores problemas que perturben la calma.

 “Somos propietarios, todos nos conocemos desde la fundación del barrio. Una que otra vez hemos visto muchachos consumir drogas, pero no son ladrones. Por ser conocidos, hablamos con ellos y les hemos pedido que se detengan”, comentó Sajonero.

Consideran que los servicios públicos y el alumbrado son eficientes. Otro punto a favor ha sido la estrecha cercanía al Comando de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc). Siempre que es necesario, el cuadrante llega en cuestión de minutos y atiende al llamado, pero aseguran que nunca ha sido por problemas mayores que perturben la paz.

El parque Bogotá es una de las pocas obras que las administraciones han ejecutado en el barrio.

 

Calles, quebrándose

Han pasado ya 16 años desde que los vecinos de Bogotá lograron que la Alcaldía invirtiera presupuesto en la pavimentación de sus calles, pero desde entonces no se han intervenido en mantenimiento ni obras de mejora.

El tiempo y el deterioro están pasando factura. Las vías, que con tanto trabajo se consiguieron, pierden funcionalidad, mientras que otras han vuelto a su añejo estado inicial: herradura.

“Aquí pasan carros de carga pesada, como Bavaria, Postobón, de cemento, entre otros, que se dirigen a La Libertad y Bellavista, somos un barrio movido que ya necesita intervención en vías, es lo que nos tiene más angustiados”, manifestó Sajonero.

La avenida 2 entre calles 5 y 6, y la avenida 0A entre 8 y 9 son las más críticas. El líder comunal extendió la invitación a que los funcionarios se pongan la mano en el corazón y salgan de sus despachos a visitar los barrios.

Ruta de transporte

Antes de los años 2000, los vecinos debían desplazarse hacia avenidas lejanas para conseguir bus, pero desde que la misma comunidad logró gestionar una para el barrio, ahora cada 10 minutos gozan de transporte que entra y sale.

“Es muy larga, eso sí, recorre desde aquí hasta La Modelo, pasa por la 8, la 15, la 13, San Mateo, San Luis, Torcoroma y finalmente llega al barrio, pero es la única que tenemos y apreciamos el servicio”, comentó una vecina.

En Bogotá se han visto afectados por las lluvias recientes.

 

Afectaciones por lluvias

Debido a la presente temporada invernal que ha azotado a la región en los últimos días, Bogotá no ha salido ileso de infortunios. Un muro cayó en la avenida 4 entre calles 7 y 8, los vecinos manifestaron haber llamado a Gestión del Riesgo, para dicen que hasta el momento no han hecho presencia.

Agradecen que el accidente haya ocurrido en la pared del patio y no cerca a las habitaciones, o aseguran que hubiera sido un desastre. Otro problema ocurre en la calle 9, por una cerca que cayó sobre unas casas, y aunque han enviado fotos y han llamado, no han sido visitados.

“Todavía la cerca está ahí encima sobre las casas. Ya no podemos seguir esperando, la única opción viable va a ser una tutela”, lamentó Sajonero.

Por medio de La Opinión luego de consultar con la Secretaría de Gestión del Riesgo, se conoció que poco a poco han estado visitando los lugares reportados durante las afectaciones, y que pronto esperan poder atender a la comunidad de Bogotá.

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