La organización tiene presencia en cuatro departamentos fronterizos, en los que genera oportunidades y garantías de derechos a las poblaciones vulnerables.
Desde hace tres años, la Corporación para la Investigación y Desarrollo de la Democracia (Cidemos), ha desarrollado iniciativas para la protección de los derechos de los menores de edad en Norte de Santander.
En Tibú, El Tarra y Sardinata, lograron impactar a 1.500 familias con los proyectos ‘Construyendo entornos protectores’ y ‘Prevención de la violencia’.
“Todas estas acciones las llevamos a cabo de la mano de Unicef, el ICBF, las alcaldías locales, emisoras comunitarias y nuestros colaboradores, que fueron los encargados de ejecutarlas. En tiempos de pandemia fue complejo poder desarrollar todas las actividades programadas, pero adoptamos metodologías que permitieron que los niños, niñas y jóvenes pudieran permanecer en contacto con nosotros y no quebrantar el proceso que se venía llevando a cabo”, dijo José Alfredo Echeverría, director de la Corporación.
Desde junio del 2020, Cidemos cuenta con un albergue en el sector de La Parada, en el que son atendidos niños y niñas de población migrante. Allí han implementado dos etapas sociales con las que lograron que 450 niños y niñas, que tenían la posibilidad de permanecer en el lugar, se beneficiaran de alimentación, vestuario, estadía y educación.
Bajo los protocolos de bioseguridad, las enseñanzas sirvieron para ampliar conocimientos en los infantes y promover habilidades para la vida. En diciembre, finalizó a este modelo.
A la fecha, se está ejecutando una segunda etapa con una cobertura de mayor impacto, por medio de ciclos de aprendizaje, debido a que la mayoría de los refugiados llevaban más de dos años sin continuidad académica.
“Aunque ya no permanecen en el albergue y solo van de día, ampliamos la cobertura a 200 niños, distribuidos 100 los lunes, miércoles y viernes y otros 100 que van los martes, jueves y sábado, durante un tiempo de entre 5 y 6 horas diarias en las que obtienen los mismos beneficios de alimentación, vestuario y educación”, explicó el director.
Todas estas acciones se ejecutan a través de un equipo interdisciplinario compuesto por trabajadores sociales, psicólogos, auxiliares de enfermería, pedagogos, facilitadores comunitarios y personal de logística, quienes se encargan de hacer un trabajo mancomunado con padres de familia para un desarrollo integral de la población infantil.