Durante las últimas semanas se han escuchado rumores de una supuesta mala administración de la Cancha-parque ‘Burrito’ González, ubicada en el barrio Antonia Santos.

Las versiones sobre esta situación hablan de un aparente desvío en los recursos que genera el parque debido a la cantidad de gente que hace uso del mismo cada día.

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Un vecino y deportista del barrio, que pidió mantener su identidad en el anonimato, comentó que, si bien el parque y los elementos biosaludables presentan un funcionamiento óptimo para sus habitantes, en la cancha sintética se ven algunas irregularidades.

“Hay personas que mantienen muy monopolizado los permisos que dan para jugar en las canchas, es un problema que persiste desde antes de hacer la inversión en el parque, por lo general para ir a jugar son muy problemáticos, quieren poner reglas por todo, siento que abusan del control que les dan porque se creen los dueños”, expresó el vecino de la comunidad.

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La Opinión visitó el lugar y confrontó al administrador, Luis Atehortúa, y al presidente de Junta de Acción Comunal (JAC), Arturo Duarte, para conocer de primera mano cómo ha sido el proceso de mantenimiento y servicios públicos que se deben ofrecer allí.

“Lo primero que quiero resaltar, es la incomodidad que se crea por estos comentarios malintencionados. Este espacio estuvo mucho tiempo sin ningún tipo de ingreso monetario, en pandemia duró 11 meses abandonado, perdiendo los servicios de agua y luz, sin embargo, el personal de la administración seguía asegurándose de adecuar el lugar para la comunidad”, comentó Duarte.

Por su parte, el administrador de lugar aseguró que los comentarios son superficiales, pues la organización que se necesita en el acondicionamiento de la cancha-parque es rigurosa, disciplinada y constante.

Esta cancha-parque es un lugar que se construyó para los vecinos de Antonia Santos. En la actualidad, el espacio presenta una dinámica comercial, cultural y deportiva fluida. 

“Nosotros solo obtenemos ingresos del alquiler de la cancha, y ni siquiera en todos los horarios porque a veces dejamos que los jóvenes y niños jueguen la recocha del barrio sin costo. Aun así, todos los meses existen gastos fijos como la luz, el agua, el pago de bonificaciones de personas que trabajamos acá y gastos varios. Respecto a los comentarios, cualquier persona que quiera jugar puede hacerlo si sigue el conducto regular para el préstamo”, aseguró Atehortúa.

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En total, son siete los colaboradores encargados del funcionamiento, desde el aseo, el mantenimiento de las plantas, hasta los turnos de vigilancia.

El lugar no queda sin cuidado en ningún momento de la noche, asegura el administrador, pues cuenta con personas que cada 6 horas se turnan para garantizar la seguridad de las instalaciones y la comunidad.

Cobrando 50.000 pesos la hora en la tarde y 70.000 pesos en la noche, el lugar frecuenta entre 3 a 4 encuentros deportivos por día que se anotan en talonarios con facturación en regla. La luz en promedio mensual, explica el administrador, oscila entre 1’600.000 pesos.

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“El medallista en oro de ajedrez Carlos Galvis ofrece la formación de este deporte de manera gratuita tres veces por semana; el IMRD, en compañía de un habitante del sector, ofrece ejercicios y da consejos para obtener hábitos de vida saludables. También se han organizado jornadas de vacunación de COVID-19, entre otros”, aclaró el presidente de la JAC.

Las proyecciones que tienen los administradores y la JAC para el espacio también son turísticas, el presidente afirma que en las ocasiones donde foráneos han visitado al Burrito González, se llevaron buenas impresiones, en especial por iniciativas como delimitar el lugar de los vendedores ambulantes a los alrededores del parque, sin llegar a incomodar a las personas que hacen uso de máquinas biosaludables o sentadas en un banco.

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