Once años después, el delantero barranqueño César Arias volverá a vestir la camiseta del Cúcuta Deportivo, elenco que renacerá tras estar un año y medio fuera del profesionalismo por sus problemas administrativos.
Arias, de 34 años, llega al equipo como un referente no solamente por su paso en el motilón en las temporadas 2009, 2010 y 2011, sino también por su experiencia y bagaje nacional con Alianza Petrolera, Real Cartagena, Deportes Tolima, Once Caldas, Águilas Doradas y Deportivo Pasto, e internacional con el Daejon de Corea del Sur.
Con un registro de 24 goles con el rojinegro, contando Liga y Copa Colombia, el santandereano ya está en Bogotá haciendo pretemporada con el plantel que dirige Aquivaldo Mosquera.
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En su primera etapa arribó siendo un juvenil de 21 años proveniente de Petrolera con una cierta presión luego del periodo más exitoso en la historia del club (ascenso de 2005, campeón de liga 2006, semifinalista de Libertadores 2007 y octavos de Libertadores 2008).
El atacante fungía como un extremo veloz y hábil, en el área se le recuerda intentando hacer tijeras o chilenas cuando de juego aéreo se trataba. Ahora es más un clásico ‘9’ con una mayor lectura a la hora de moverse en el frente de ataque.
El reto que tiene es grande. El ascenso es lo único que le sirve al Cúcuta y para ello se espera un gran aporte de Arias proveniente del Pasto con el que jugó 8 partidos el semestre anterior.
El atacante fungía como un extremo veloz y hábil, en el área se le recuerda intentando hacer tijeras o chilenas cuando de juego aéreo se trataba. Ahora es más un clásico ‘9’ con una mayor lectura a la hora de moverse en el frente de ataque.
El reto que tiene es grande. El ascenso es lo único que le sirve al Cúcuta y para ello se espera un gran aporte de Arias, proveniente del Pasto con el que jugó 8 partidos el semestre anterior.
César, ¿cuál es su objetivo con este Cúcuta Deportivo 2022?
Soy consciente de que la ciudad estuvo un año y medio sin equipo, un tiempo en el que la hinchada estuvo triste y a hoy estamos en un renacer. Hay que formar familia con el grupo de jugadores que llegó, con un cuerpo técnico importante y con la ilusión de ascender al equipo, es la meta que nos hemos colocado.
Tenemos un plantel mixto, con jóvenes y experimentados. Siento que tenemos las condiciones para llegar a ese objetivo de regresar el equipo a primera división, donde siempre debe estar.
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Usted es un viejo conocido por la hinchada, ¿qué diferencia hay entre el César Arias de 2009 al de ahora?
La diferencia es mucha. Era muy joven, emprendiendo un camino en primera, hoy tengo muchos más partidos y la diferencia se marca en todo. Era más nervioso en el campo de un equipo grande, ahora trataré de aportar al camerino mis años de fútbol.
Antes intentaba, casi partido a partido, hacer goles de chilena y desbordando por las bandas, ¿veremos esas acciones nuevamente?
Son jugadas en momentos específicos de partido, las hacía en entrenamiento previendo que pudieran salir y tuviera un buen gesto técnico. Si existe la oportunidad lo haré, ya lo hice con Alianza Petrolera frente a Millonarios.
Hoy en día juego más de nueve, de delantero central con más movimiento, que sabe correr. Antes corría para liberarle espacios a otros, ahora sé cuándo correr y como ubicarme mejor.
¿Es consciente que está llamado a ser un líder del equipo? ¿Siente presión por ello?
Son presiones que uno debe manejar. Cuando uno es referente tiene presión, cuando estás en segunda tienes presión de ascender, cuando eres líder tienes presión por mantenerte… la presión hay que saber manejarla, generar un respeto en el plantel y ser un agradecido con el que lo genera.
¿Qué le ha dicho Aquivaldo Mosquera? ¿Qué quiere de usted en el campo?
Hace 10-12 años jugaba como un segundo punta tirado a las bandas, hoy juego más centrado con la misma característica de asociarme y de sacrificarme siempre.
El profe me manifestó que quería contar conmigo. Él me conoció jugando, enfrentándonos. Ya desde el banco conoce a los que estamos acá, él sabe mi fuerte y sacará de mí el mejor provecho. Me expresó que tenía gusto por tenerme de 9.
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¿Cómo ve a sus socios de ataque? Tendrá a Jhonathán Agudelo, Hassan Vergara y otros juveniles.
Bien. Es importante tener gente con experiencia, con recorrido y jóvenes que quieren crecer. Aquí no se viene a especular, se sabe que el Cúcuta Deportivo es un equipo de historia, un grande que requiere compromiso.
Creo que me complementaré fácil y vamos a darlo todo en la pretemporada.
A nivel ofensivo busco competir de la manera más sana. A Agudelo lo conozco, compartimos en Águilas Doradas, a Hassan también, venimos del Pasto. Quiero compaginar en la posición de ataque y que echemos esto para adelante.
¿Por qué venir al Cúcuta? Usted estaba jugando en la primera división
Estaba en Cúcuta de vacaciones y hablé con Gustavo Daza (gerente). Tenía varias opciones de diferentes equipos pero más allá de que el rojinegro está en segunda, se siente y se vive que el equipo está en primera. El estadio genera eso.
Quiero al equipo, siento que puedo ayudar. Dejé a un lado las opciones que tenía por cumplir con el reto de regresar a primera. Es una oportunidad para jugar, figurar con la gente y ante la hinchada del Cúcuta que es la mejor del país.
A nivel físico, ¿cómo llega?
Súper bien, gracias a Dios. Sin lesiones. Solo con unos kilitos de más por las vacaciones (risas).
¿Qué decirle a la hinchada?
Decirles que muchas gracias, desde el primer momento en que llegué se han manifestado en redes con mensajes de cariño, mensajes positivos. Me siento agradecido por lo que se hizo en tiempo atrás. Vengo con la ilusión de hacer lo mejor por el equipo.
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