Luego de la dolorosa derrota ante el Deportivo Pasto, el Cúcuta Deportivo se concentra en preparar el próximo partido ante Millonarios, el domingo a las 8 de la noche en la capital de la República, juego en el que Sebastián Méndez espera poder contar con toda su plantilla titular para visitar al líder de la liga colombiana.

Jugadores y cuerpo técnico coincidieron este jueves, cuando volvieron a entrenamientos luego de la derrota, que el objetivo en estos días será corregir errores y volver a encontrar la mejor versión de ese juego que caracterizó al equipo motilón durante las primeras jornadas de la Liga en las que lideró el campeonato Apertura.

Los referentes del equipo liderados por el capitán Braynner García, salieron a desmentir los rumores sobre un posible mal ambiente dentro del camerino. Los jugadores aseguraron que el grupo se mantiene unido y que el objetivo sigue siendo el mismo: sumar para estar entre los ocho y alejarse del descenso.

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Y es que luego de 14 fechas jugadas y de haberse mantenido líder hasta la jornada 10, los rojinegros comienzan a sufrir las consecuencias de los malos resultados en las últimas cinco fechas en las que  solo sumó un punto.  

Los dirigidos por ‘Gallego’ Méndez, son sextos en la clasificación general con 21 puntos, a seis unidades del líder Millonarios. Aún quedan 18 puntos por disputar y para mantenerse entre los ocho, los motilones necesitarán al menos sumar 11.

Sin embargo, los rivales que faltan (Millonarios, Tolima, América, Patriotas, Alianza y Junior) van por encima de los nortesantandereanos, a excepción de Alianza (10) y Patriotas (8).

Actualmente el rendimiento de los motilones apenas llega a un 53 por ciento y comienza a preocupar a la hinchada que reclama más compromiso, mientras el técnico asegura que todo es producto del cansancio de la plantilla tras el calendario.

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Pero, ¿por qué llegó el Cúcuta a este punto, luego del buen inicio que tuvo? Les planteamos cuatro razones probables.

1. La pretemporada

El equipo motilón tuvo 23 días de pretemporada, pero lamentablemente solo dos partidos amistosos de preparación, entonces el equipo se enfocó, antes del inicio de la temporada, en el  trabajo físico y táctico del grupo. Sebastián Méndez, quien asumió el reto de dirigir a los motilones en sus retorno al fútbol de primera,  tuvo que empezar su trabajo con la base que venía desde el torneo de ascenso y los refuerzos que ya estaban planeados que llegaban para el equipo motilón.

Contrario a lo que hicieron la mayoría de equipos de la Liga, que disputaron partidos amistosos con rivales más fuertes para llegar en mejor forma.

2. Adaptación de los refuerzos

Fueron ocho los futbolistas nuevos que llegaron a reforzar el equipo con el objetivo de integrarse a la plantilla base que venía desde el año pasado. Sin embargo, no todos llegaron al mismo tiempo y no todos estaban en la mejor forma para afrontar el campeonato profesional, por lo que aún el equipo no cuenta con estos jugadores en las nóminas inicialistas.

Solo hasta la tercera fecha el técnico comenzó a incluir en la nómina  a más de un jugador de los que habían llegado 
a reforzar el once motilón. 

3. Transición de Torneo de la B a Liga profesional

La carga deportiva que ha tenido que afrontar durante los últimos tres meses empezó a pasarle factura. El ritmo de juego en el torneo de la B, era más bajo y el calendario no tan apretado (16 fechas), por ende el cansancio y el desgaste físico han sido un factor ha llevado al Cúcuta a tener un bajo rendimiento en las últimas cinco fechas de la Liga.

Además, los rivales de la primera mitad de la temporada en teoría eran más similares a los rojinegros por lo que le fue menos difícil ganarles, pero la reserva de puntos escasea.  

4. Falta de rotación

De los 14 partidos disputados, a diferencia del último ante Pasto, Cúcuta ha mantenido una base en la titular que dado resultados, pero que no ha tenido tiempo para recuperarse,  cada 48 o 72 horas ha tenido que jugar.

Quizás, si el técnico hubiera hecho un poco de rotación durante las fechas, todos los jugadores tendrían más minutos de juego y no se tendría ese déficit físico y serían más eficientes, contrario a lo que sucedió en el juego ante Deportivo Pasto, donde en medio de la angustia por los resultados hizo ocho cambio obligados por cansancio de los titulares.