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Cúcuta Deportivo
El comercio y la afición claman por el regreso del Cúcuta
Desde el traslado del equipo, el panorama cambió por completo.
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Viernes, 4 de Agosto de 2017

Este agosto ya son ocho meses los que completa el Cúcuta Deportivo en territorio cundinamarqués, y en ese tiempo ha estado jugando de ‘local’ en una casa que nunca ha sido la suya.

El estadio Municipal Héctor ‘el Zipa’ González, de Zipaquirá, alojó al equipo rojinegro, pero ahora está en la cuenta regresiva para volver a Cúcuta y revestir de fútbol el General Santander, su verdadera y única casa en el país.

Las condiciones están dadas, el equipo ha mejorado notablemente su nivel competitivo comparado con el segundo semestre del 2016 –cuando se tomó la decisión de que abandonara la ciudad-, y la afición está pidiendo a gritos que regrese ese club que nació hace 93 años y que su pueblo espera como “el hijo pródigo” en césped nortesantandereano.

Luego de varias reuniones entre las directivas del club,  y los gobiernos departamental y municipal, en las que se ha buscado establecer un acuerdo entre las partes para saldar las deudas que aún tiene el equipo con la ciudad, y finiquitar pormenores referente a las instalaciones del estadio y lugares de entrenamiento para los jugadores, parece haber un principio de acuerdo sólido.

El cuadro motilón jugará su siguiente partido por el Torneo Águila contra el Real Santander, en Floridablanca. A este partido asistirá el gobernador, William Villamizar, y luego de esto, los más positivos esperan que el siguiente encuentro de local se haga en el General Santander.

Comercio afectado

En estos ocho meses, en los que el equipo ha estado por fuera de la ciudad, no solo lo ha sufrido la afición, ni el club como tal. Alrededor de la partida hay varios sectores que se han visto afectados.

Tal vez, uno de los más importantes, es el relacionado con el comercio.

A las afueras y dentro del estadio, se volvió costumbre encontrarse a los vendedores de cerveza, de comidas rápidas, de camisetas, y revendedores de entradas cada fecha local de los motilones. Todo eso dejó de existir en la ciudad y se quiera o no, en un estadio con capacidad para 40.000 personas, las pérdidas de los negocios son cuantiosas e inocultables.

El ejemplo más claro, sea tal vez el de la emblemática esquina de la tienda de Doña Marina, lugar de reunión para los hinchas, antes y después de cada partido. Con el Cúcuta en la ciudad, las ventas (de cerveza) eran de 200, 190, y como mínimo 150 cajas de cerveza en esas noches de festín. Ahora, el panorama es desalentador. “Por mucho ahora se venden 20 cajas de cerveza, la diferencia es mucha”, contó Freddy Contreras, administrador del local. Para Contreras “la esperanza es que termine el partido con el Real Santander y vuelva a Cúcuta”, añadió.

La misma situación tuvo que enfrentar Carlos José Piedrahita, que es vendedor ambulante y durante los partidos en el General Santander, se dedicaba a vender chuzos de carne a las afueras. “Claro que afectó (que se fuera el equipo), uno sacaba las carnes y siempre se vendía. Yo siempre sigo vendiendo en el centro, pero cuando era día de partido, era día de fiesta y la venta era el triple, ahora no es mucho. Y no solo yo, hay muchos que tienen la fe de que el equipo vuelva. Soy vendedor y soy hincha, gano de todas formas”, explicó.

Los ciudadanos lo piden

Al igual que los comerciantes, la ciudadanía espera el regreso, este mes, del conjunto cucuteño. Juan Niño, fiel aficionado del deporte, y aunque su corazón pertenece al Millonarios de Bogotá, asegura que es el fútbol y el espectáculo, lo que le falta a la ciudad.

“Esto por acá (alrededores del estadio) es muerto, solo se ven fantasmas y el comercio prácticamente muerto”, aseguró. Para Niño  “todo el mundo perdió”, porque “no era necesario sacar al Cúcuta de la ciudad, porque así pierda y vaya de último uno viene al estadio como aficionado del fútbol, uno quiere es verlos jugar y así le pasa a muchos, para la gente esta es la distracción, porque no hay más”, agregó.

Pedro Luis Angarita, 63 años, hincha del Cúcuta hace 52, también aseguró que “tenemos un estadio, y para qué, un estadio sin equipo. Tienen que jugar aquí, así estén en la B o en la C”, aseveró.

La afición espera

De otro lado está la hinchada, la afición, la tribu motilona que esperaba con ansias cada domingo para llenar el estadio. Todas las partes concuerdan en que el Cúcuta debe estar lo más pronto posible en la ciudad, y sus seguidores más fieles no piensan diferente.

Kevin Amaya, que vive en Comuneros (Atalaya), y sagradamente llegaba al estadio en cada partido local con el grupo de hinchas de su barrio, hoy está a la espera del pronto regreso. “Esa sería la mejor noticia, muy buena. Me gustaría ver el estadio lleno, es muy bueno que llegue pronto a casa”, afirmó.

Así mismo piensa Robinson Castilla, miembro activo de la Banda del Indio. Este hincha fiel, que en cada partido de local, emprendía la caminata desde el barrio La Victoria (Atalaya) hasta el General Santander junto a otros hinchas, contó que lo que más desea es volver a esa época. “Caminando, uno no se cansa si va a cantarle al rojinegro, eso no es nada, nosotros lo apoyamos, lo que necesitamos es que Cadena le meta plata al equipo y siga como va. Nosotros vamos a seguir yendo al estadio”, aseguró.

Es así que tanto comercio, como ciudadanía y la hinchada piden a gritos el regreso del onceno rojinegro. Todos se prepararán para la noticia positiva en los próximos días, y están listos para formar “el carnaval, porque es la bienvenida a casa”, concluyó Castilla.

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