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La tutela que quiere tumbar la liquidación del Cúcuta Deportivo

Si se cae lo de la Superintendencia de Sociedades, debe caerse lo de la Dimayor: Édgar Cortés

La entrada al proceso de liquidación judicial decretada por la Superintendencia de Sociedades por incumplimientos en la reorganización empresarial, estar con el reconocimiento deportivo suspendido por parte del Ministerio del Deporte por el no pago de obligaciones laborales en los primeros siete meses del 2019 y al mismo tiempo ser desafiliado de la Dimayor, es el drama que vive el Cúcuta Deportivo. 

La suspensión del reconocimiento deportivo fue ratificada el 29 de octubre del 2019, el inicio de la liquidación judicial el 11 de noviembre y el 25 del mismo mes, fue desafiliado de la Dimayor. 

Tras estos hechos, la convulsión en la institución rojinegra no se ha hecho esperar. El equipo, al entrar en la liquidación, empezó a ser gerenciado por Arturo Acosta Villaveces designado por la Supersociedades.  Con la desafiliación no ha podido jugar ninguna competencia de la División Mayor del Fútbol Profesional Colombiano.

De momento, Acosta Villaveces, representante legal del Cúcuta,  está en la tarea de recuperar el reconocimiento deportivo para posteriormente acercarse a la Dimayor y buscar una reafiliación. 

Lea aquí:

Acosta Villaveces, ¡salve usted al rojinegro! 

El presidente Iván Duque y el ministro del Deporte, Ernesto Lucena, se han referido al tema con el compromiso de volverse un facilitador entre el ente rector y el Cúcuta Deportivo, que está siendo acompañado por las autoridades locales. 

Buscando la nulidad de la liquidación 

En medio de este panorama, el exmagistrado Édgar Cortés, interpuso una acción de tutela en representación de Iván Abreo y Ricardo Carvajal (socios del equipo), en la que alegaba la violación al debido proceso por parte de la Superintendencia de Sociedades al no tener en cuenta una carta firmada por Fernando Jaramillo, presidente de la Dimayor en la que se afirmaba que los equipos estaban estudiando un adelanto de 1.500 millones de pesos al rojinegro. Con esta acción busca declarar nulo la entrada a la liquidación judicial. 

Lea aquí: 

El tortuso camino del Cúcuta en la audiencia de liquidación 

La tutela fue admitida el viernes por el Juzgado Tercero de Familia de Oralidad de Cúcuta, que vinculó a la Supersociedades y a la delegada Ayda Jaimes, a Fernando Jaramillo, presidente de la Dimayor, José Augusto Cadena y/o quien haga las veces de representante legal del Cúcuta Deportivo y a la Federación Colombiana de Fútbol, para que alleguen información sobre la liquidación y el estado de afiliación del Cúcuta. 

La Opinión dialogó con Cortés para conocer los fundamentos de esta acción que busca servir de redentora a la crisis del rojinegro. 

¿En qué se fundamentó la tutela?

La Supersociedades tuvo que tener en cuenta obligatoriamente la carta del presidente de la Dimayor. No se cumplió el debido proceso. Cuando una parte del proceso le pide una prueba, no le pide un favor, es una obligación aceptarla. Como estrategia, si se cae lo de la Supersociedades, queda debilitada la decisión de la Dimayor. 

La estrategia jurídica es como un dominó. Si cae lo de la Supersociedades, la Dimayor tendría que afiliar al equipo. Hay un problema de tiempo, porque un juez de tutela tiene 10 días hábiles. Estamos con el tiempo contado. El solo hecho de admitirla y de que hayan vinculado a la Supersociedades es importante. 

¿Y el reconocimiento deportivo? La Dimayor se pegó también de la suspensión para tomar la decisión de la desafiliación.

La suspensión del reconocimiento es más manejable. Con los 1.500 millones de pesos pagando a la Alcaldía y al IMRD, se dejaba la deuda subsanada en casi un 90%. Conseguir la plata del reconocimiento es más fácil. 

¿Por qué la carta debía ser considerada? El rechazo del alcalde para dar otro plazo es entendible, el dinero estaba en estudio y la Dimayor ya le había incumplido en el primer semestre del año.

Un juez tiene que valorar una prueba razonablemente, eso lo dice la ley. Así como podía existir la posibilidad de que la Asamblea de la Dimayor votara por el no adelanto, también existía la posibilidad de que votaran por el sí.

¿Todo esto por qué lo hace? ¿Por la hinchada? En redes lo han tildado amigo de José Augusto Cadena. 

No soy amigo de Cadena, lo vine a conocer en la audiencia de enero. Él no me dio ningún poder, es más, en la admisión de la tutela le piden dar razones por las cuales no fue él quien dio poder para instaurar la acción constitucional. Pero yo no soy, absolutamente, amigo de Cadena, es algo calumnioso. Lo estoy haciendo por el Cúcuta Deportivo.  

No tenemos amistad, ni relación con él. Lo hago a nombre de la hinchada. Me busqué a dos socios para interponer la tutela, ad honorem. 

Si se tutela lo solicitado, volvería Cadena. ¿’Es un sapo que se tiene que tragar la ciudad’?

Por un tiempo sí. Si no se come ese sapo, el equipo muere. 

El liquidador ya tiene una hoja de ruta,  está trabajando en recuperar el reconocimiento deportivo, dio la cara a la ciudad y está comprometido con poner en marcha a la institución, ¿las gestiones no serán efectivas? Ya habló del tema hasta el presidente Iván Duque. 

No, absolutamente. Porque la competencia de él es dentro del ámbito de la liquidación. Muy difícilmente puede hacer algo a la Dimayor. No lo dejaron entrar a la Asamblea.  

La única salvación creo que es la tutela. Hay que tumbar la decisión de la Dimayor, por medio de la nulidad de la liquidación por parte de la Supersociedades. 

En la audiencia de liquidación usted se presentó como apoderado de Ángel Uriel García, expresidente del equipo, y el alcalde Jairo Yáñez lo mencionó en una rueda de prensa para acompañar el proceso de reestructuración del club, en llegado caso de que no se tutele lo que usted pide, ¿estaría dispuesto a apoyar el proceso del liquidador?

No, porque el equipo muere. Desde mi visión el equipo muere. Lo tengo claro, es un tema jurídico, de ley. La Dimayor, para mí, no se equivocó, dimos la papaya que es diferente.

Cuando intervengo y digo que suspendamos la audiencia porque la Dimayor estudiaba dar los dineros, el Alcalde pedía una garantía. Ese documento no tiene la formalidad total de una garantía, pero si es una carta escrita. Le daría la razón al Alcalde donde yo le dijera que me reuní con el presidente de la Dimayor, pero no me dice nada.

Si se cae lo de la Superintendencia, debe caerse lo de la Dimayor. Es el único camino jurídico, que por mi experiencia, veo que es válido en este momento. ¿Qué regresa Cadena? Claro que sí, no se puede hacer todo al mismo tiempo. 

El mensaje es salvemos al Cúcuta, que entre a la A y en el 2021 lo saneamos empresarial y financieramente. Tengo unas ideas, pero esperemos el fallo. 

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Gustavo Contreras
Gustavo Contreras Sabogal
Domingo, 6 de Diciembre de 2020
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