Tres años lleva esperando Leila Zapata que la Eps Salud Vida autorice una estimulación cerebral profunda bilateral para su hijo Bruce Urbina Zapata, 24 años, quien padece de autismo atípico, retraso mental y síndrome de agresividad.
Mientras la EPS la tiene de un lado a otro, entre autorizaciones, exámenes y demás, Zapata tiene que lidiar en casa con los constantes episodios de agresividad de su hijo, que aunque tiene cuerpo de grande tiene la mentalidad de un niño.
“Mi hijo se golpea todo el tiempo, tengo que comprar globos para distraerlo, pero no puedo con sus ataques”, indicó desesperada la mujer.
Asegura que hace 11 años, cuando le hicieron la misma intervención a su hijo, su conducta mejoró por lo que ayer acudió al llamado de la Superintendencia de Salud y expuso su caso en las mesas de quejas dispuestas por las Eps en el Hotel Casino Internacional.
Carmen Soraida Leal, también llegó a la cita en busca de una solución. Desde el año pasado está esperando que le autoricen una cirugía de rodilla.
“No es posible que yo sea del régimen contributivo y la Nueva Eps me tomen el pelo de esta manera. Estoy cansada física y emocionalmente de tanto trámite y tanta negligencia”, indicó indignada.
A Leal la Eps le ha retrasado la cirugía porque no tiene convenios en Cúcuta que le permitan practicarse la intervención, y tendrían que alquilar un quirófano.
Zapata y Leal hacen parte de las 300 personas que acudieron al llamado del superintendente de Salud Fabio Aristizabal, en el marco del evento Diálogo con la Supersalud, que busca escuchar quejas, peticiones, reclamos y denuncias de los usuarios relacionadas con la prestación del servicio de salud.
Juan Bitar, director del Instituto Departamental de Salud (IDS), resaltó la importancia de este ejercicio que reunió a veedores, usuarios, pacientes, y 14 representantes de las Eps.
Entre los compromisos que dejó el evento Diálogo de Salud, Bitar destacó la apertura de una oficina de la Superintendencia para Norte de Santander. La oficina quedaría en Cúcuta y se inauguraría a finales de noviembre.
Adicionalmente la Superintendencia se comprometió a gestionar con la Eps Coomeva para atender las necesidades de los usuarios, pues es una de las Eps con mayor índice de quejas.
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El director del IDS, Juan Alberto Bitar, explicó que la deuda de las Eps con la red pública asciende a 611.407 millones de pesos.
Las quejas
Juan Bitar, director del Instituto Departamental de Salud (IDS), indicó que la vigilancia adelantada a las Eps y los prestadores de salud ha permitido identificar deficiencias en los procesos de autorización y entrega de medicamentos o procedimientos diagnósticos y terapéuticos, falta de oportunidad en la atención de pacientes alto costo, citas con especialistas y cirugías, ineficiencia en traslados por insuficiencia en la red prestadora, demoras en consulta externa, urgencias y especialización y problemas para el suministro de material médico quirúrgico.
“La mayoría de las quejas fueron contra la EPS Coomeva y Salud Vida. Hubo un diálogo importante para generar los seguimientos y compromisos por parte del superintendente”, ratificó Bitar.
El director del IDS agregó que las Eps que no tengan red en el departamento serán reportadas a la Superintendecia.
