Líderes campesinos de los corregimientos de Agua Clara y Guaramito se declararon impotentes por la forma en que la Alcaldía y las autoridades de gestión del riesgo han abordado la emergencia que atraviesan por el inminente desplome del puente sobre el río Pamplonita que une a ambos sectores y que los dejaría incomunicados con el casco urbano de Cúcuta para sacar sus productos.
Hasta este lunes, solo se había expedido una resolución que prohíbe el paso de carros por la estructura.
Las grietas que le aparecieron a un pilote donde descansa la cubierta del puente tienen asustados a los agricultores de esta zona rural de Cúcuta y cada día que pasa el daño que presenta la estructura de cemento se agrava aún más.
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La semana pasada, Erika Manosalva, presidenta de la vereda Campo Alegre, dijo a La Opinión que los campesinos de unas ocho veredas acordaron, por cuenta propia, controlar el peso sobre el puente.
La carga que se mueve desde estas zonas hacia el casco urbano de Cúcuta va desde productos de pan coger hasta arroz, palma africana, crítricos y ganado. También es paso de avicultores.
